Tres actuaciones policiales en un margen de 24 horas han culminado en Aranda con otras tantas detenciones gracias a la colaboración entre la Policía Local y Nacional. La última fue en la madrugada del miércoles, en torno a las 00:30 horas, cuando acudían los agentes a un domicilio, alertados por una llamada al 112, para atajar un episodio de violencia de género y malos tratos en el ámbito familiar. La víctima sufrió lesiones de consideración y tuvo que ser atendida en el hospital arandino, mientras que el agresor fue detenido.
Siete horas antes, el martes a las 15 horas, ambas policías acudieron a un nuevo aviso, en el que una persona alertaba de que había sufrido una agresión sexual. Al parecer, estaba en los espacios comunes de un edificio de viviendas y el presunto agresor se acercó a ella y, con la excusa de ayudarla, aprovechó para realizarle tocamientos. En este caso, además de la detención del presunto agresor, los agentes prestaron protección a la víctima.
Esta racha de intervenciones comernzaron el martes, un cuarto de hora antes de las dos de la madrugada, cuando los agentes estaban realizando un control de seguridad ciudadana en la vía pública. Al intentar identificar a un ciudadano, comprobaron que sobre él constaba una reclamación judicial a nivel nacional, por lo que se procedió a su detención.