Durante la pandemia el Ayuntamiento autorizó la instalación de terrazas de hostelería en plazas de aparcamiento con el objetivo de mitigar las restricciones impuestas primero con el cierre de los interiores y luego con las limitaciones de aforo para frenar la propagación del virus. Cuatro años después todavía no se ha ordenando su retirada a pesar de la entrada en vigor de la nueva ordenanza de terrazas que ha cambiado las reglas de juego por el endurecimiento de los requisitos para poder instalar las terrazas en plazas de aparcamiento al exigir un informe favorable de tráfico o limitar su colocación a los meses de mayo a septiembre.
El concejal de Servicios, José Antonio López, indicó en un primer momento que se comenzarían a desmantelar a partir del 22 de mayo pero nada más lejos de la realidad. Por lo pronto, lograrán salvar las fiestas de San Pedro, fechas de gran afluencia, y prácticamente con seguridad el verano al tener la posibilidad de presentar alegaciones, que los técnicos municipales deben responder y ya se sabe que la administración tiene sus plazos.
Hay un total de 70 hosteleros a los que se les ha rechazado la renovación de la licencia tras un informe negativo del área de Tráfico por la «escasez de plazas de estacionamiento en las zonas en las que están ubicadas». Sin embargo, se ha tomado la decisión de no ejecutar ninguna orden de desmantelamiento hasta que no estén notificados todos los afectados para «no crear agravios comparativos», según reconoció López.
En la Comisión de Licencias celebrada esta semana se señaló que se ha enviado el requerimiento a 35 propietarios, de modo que quedarían la mitad por recibir la comunicación en la que se les da un plazo de diez días para el desmantelamiento voluntario. Al parecer, tres de ellos habrían presentado alegaciones contra esta decisión municipal y previsiblemente lo harán más, que deben resolverse.
Esta tardanza hará que los hosteleros afectados puedan 'salvar' las fiestas de San Pedro, fechas de gran afluencia de clientes, y parte del verano. También hay al menos dos hosteleros que las han desmantelado voluntariamente, una en la calle Madrid y otra el Federico Olmeda.
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