Patrimonio Nacional no pondrá ninguna pega al regreso de la tradicional jira del Curpillos al Parral una vez que finalicen las obras de remodelación en las que se invertirán 1,3 millones de euros y que tendrán una duración de 12 meses. Fuentes del organismo estatal indicaron que «si el Ayuntamiento quiere, la fiesta volverá a este emplazamiento».
El traslado este año de la tradicional celebración al parque de la Quinta por el inicio de los trabajos de regeneración de una de las zonas más emblemáticas de la ciudad ha generado cierta intranquilidad tanto dentro del Ayuntamiento como fuera, especialmente entre el colectivo de peñas y sociedades recreativas. El temor a no regresar a este emplazamiento se ha extendido como la pólvora generando partidarios y detractores de ambas opciones. Ya pasó con las barracas que se llevaron de forma provisional al polígono docente y acabaron estando allí 18 años.
El hecho de acometer una regeneración medioambiental en el Parral, que incluye una ambiciosa intervención en el arbolado con una apuesta por especies autóctonas y de calidad y una diferenciación de los espacios en función de los usos, ha puesto en solfa la posibilidad de que una fiesta de estas características regrese a un entorno recién mejorado.
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