El informe que de forma anual publica el Master of Wine Tim Atkin se ha convertido en uno de los análisis mejor valorados por la crítica internacional. A través de una evaluación exhaustiva, el inglés propone, una vez más, unas líneas de actuación para que la Ribera del Duero siga manteniendo del interés general con la elaboración de sus vinos. La clave principal contradice los últimos movimientos del Consejo Regulador. Atkin recomienda la suspensión de nuevas plantaciones de viñedo, al menos durante cinco años, con el objetivo de evitar una sobredimensión del territorio y preservar con ello la calidad actual.
Entre las conclusiones extraídas de su estudio, el inglés hace especial hincapié en la elevación de las temperaturas en la zona, directamente asociadas a las consecuencias del cambio climático. Invita a que la DO se adapte a las actuales necesidades y recomienda la inclusión de nuevas variedades de uva como la bobal, una opción que permitiría mantener la acidez y la estructura de sus vinos.
Muy relacionado con esta conclusión se encuentra la recomendación de permitir más opciones monovarietales, además de las ya autorizadas de tempanillo y albillo. El Master of Wine destaca la posibilidad de usar garnacha por su potencial, invitando a promover una diversidad superior dentro de la región. Desde su punto de vista Ribera del Duero debe fomentar una mayor pluralidad de cultivos y dar valor a los viñedos históricos.
Otro de los temas con carga polémica que valora Atkin es el control de los riegos. La sugerencia del inglés es la reducción del uso de agua en las plantaciones ribereñas, sobre todo en el caso de los años húmedos. La posibilidad de aumentar el rendimiento de los viñedos supone un problema que según el informe del Master of Wine precisa de una mayor restricción en las cosechas.
Entre otras cuestiones, el análisis invita a que se realice la distinción en las etiquetas de los vinos que se han elaborado con uvas vendimiadas a máquina y de forma manual. A su vez, recomienda que se diferencie, también, entre los viñedos cultivados en vaso y lo que están plantados en espaldera. Igualmente, en referencia a los viñedos, reflexiona entorno a una necesidad creciente de promoción de la viticultura orgánica y propone la creación de un mapa geológico detallado que ofrezca un mayor conocimiento de los suelos, y que pueda compartirse con los consumidores y profesionales.
Para terminar, el análisis de Atkin insiste en que la venta de los Ribera se haga solo después de una crianza mínima de 12 meses en barrica y se insta a una mayor vigilancia en el caso de los robles para evitar el uso de chips de madera, con la recomendación de ampliar la estancia mínima en barrica de tres a seis meses.
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