El alcalde de Aranda de Duero, Antonio Linaje, recuperó esta mañana su actividad municipal después de sufrir una agresión en la madrugada del domingo, cuando recriminó a un grupo de gente que estaba intentando entrar en un bar a empujones, momento en el que recibió un puñetazo en la cara. Linaje, tras pasar por el Hospital de los Santos Reyes y presentar la correspondiente denuncia, se quedó el resto del domingo descansando en su casa. "Sí que tuve algunos problemas para hablar y masticar, pero ya se han pasado", explicaba el primer edil arandino.

A pesar de las secuelas de esta agresión, Linaje volvía hoy a cumplir con sus compromisos municipales. "En vez de a primera hora, hoy he ido un poco más tarde, a las 11, pero no he cancelado ninguna cita más, quiero seguir con la agenda prevista", reconocía el alcalde de la capital ribereña, que sí que suspendía una comparecencia ante los medios prevista para las 10:30 horas.