La alarma del Mesón Lara sonó a eso de las 4 de la mañana del jueves. Segundos antes, un ladrón agarró la reja de una alcantarilla y la estrelló contra el cristal. Una técnica que ya es todo un clásico entre los delincuentes y que un día antes utilizaron en otro establecimiento a escasos 500 metros de allí, en la Cafetería Castilla. Los cacos se han cebado estos días con los bares del G-2, pero también en el otro extremo de la ciudad. En el Andén 56 han sufrido esta semana tres asaltos ejecutados por el mismo individuo, según han podido visualizar en las cámaras de vigilancia.
En el Mesón Lara, ubicado en la calle Averroes, pasaron la mañana de ayer sirviendo cafés y pinchos de tortilla con algo más de frío a causa del estropicio causado por el caco que esa madrugada les reventó el cristal con una arqueta. La dueña acudió nada más sonar la alarma y en el local ya se encontraba una patrulla de la Policía Nacional. El asaltante fue directamente a la zona de la barra y reventó la TPV. Después arrampló con el cajón de las monedas de cambio. No habría mucho más de 200 o 300 euros. El daño y, sobre todo, el susto, fue casi lo peor del robo, según reconocían resignadas las responsables del establecimiento tras interponer la denuncia en la Comisaría Provincial.
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