Temen que el arreglo de la N-122 retrase aún más la A-11

L.N. / Fuentecén-Nava de Roa
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La rehabilitación del firme desde Fuentecén a Nava de Roa causa notables retenciones por el corte de un carril

Varios trabajadores se emplean en rehabilitar el firme, que se recicla en frío, en dirección a Fuentelisendo. - Foto: Roger Roque

Atasco tras atasco. Las obras para rehabilitar el firme de la Nacional 122, desde Aranda de Duero hasta Nava de Roa (en el límite con la provincia de Valladolid), están provocando importantes retenciones a diario debido al corte de un carril y a la reordenación del tráfico en sentido único alternativo. Si ya de por sí esta carretera soporta un nivel elevado de vehículos pesados, que dificultan la circulación dado que estos se mueven a menudo en forma de convoyes, los trabajos para eliminar los baches que se suceden cada pocos metros complican aún más los desplazamientos por la fatídica N-122 a su paso por diversas localidades de la Ribera del Duero.  

El día a día de los vecinos se ve alterado. «Nos trastoca y mucho», admite el alcalde de Nava de Roa, Carlos Velasco. Estos atascos afectan de lleno a quienes se desplazan a diario por motivos laborales o en autobús para ir al médico. «Las retenciones les impiden llegar a su hora a la consulta», lamenta, no sin criticar que no les avisan de los cortes. Ahora bien, como apunta el de Fuentecén, Juan Antonio Martín, «si queremos ciertas mejoras, algo nos toca sufrir». Mientras, el regidor de Fuentelisendo, Álvaro Domingo, recuerda que el asfaltado de las carreteras se suele realizar en verano para favorecer un mayor agarre. Sin embargo, al margen de las molestias ocasionadas por las obras, adjudicadas por 6,4 millones de euros por parte del Ministerio de Transportes, el principal temor de los alcaldes es otro.

Todos sospechan que estos trabajos se traduzcan en más retrasos a la hora de convertir la N-122 en la ansiada Autovía del Duero (A-11), que suma más de 25 años de promesas.

«Con esto, la autovía la vemos más lejos todavía. Es lo que piensa toda la gente, arreglan la N-122 y la autovía no se ve», lamenta Martín, al tiempo que reconoce perder la esperanza con un tema así. En esta misma línea se pronuncia Carlos Velasco, regidor de Nava de Roa. «Me temo que la autovía va para largo. Llevamos toda la vida con ello y no la hacen. Esto ya es por demás», remarca, sin olvidar la gran cantidad de accidentes que se registran con frecuencia, especialmente en su pueblo, ya que la N-122 lo atraviesa por completo. «Demasiada desesperación», zanja. Algo que comparte Álvaro Domingo: «Veo muy lejos la autovía. Sinceramente, no sé si la veré».