«Es como para ir a la guerra con este equipo»

ÁLVAR ORTEGA / Miranda
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El presidente del CD Mirandés, Alfredo de Miguel, repasa en una entrevista con Diario de Burgos el excelente momento que vive el equipo (tercero) y las dificultades que encuentra para ampliar Anduva

Afredo de Miguel, presidente del Mirandés.

Alfredo de Miguel está feliz. Su Mirandés se encuentra en la tercera posición (empatado con el segundo) después de 16 jornadas y por delante atisba una temporada tranquila y, de momento, muy ilusionante. A nivel deportivo no puede pedir más, sin embargo, como presidente también tiene que afrontar aspectos extradeportivos como la obra de la tribuna de Anduva, por la que sabe que pasa el futuro de la entidad y de la que exige más ayuda municipal para poder llevarla a cabo el próximo verano. Es uno de los mejores momentos deportivos de la historia del Mirandés, pero la crucial situación fuera de los terrenos de juego confiesa que le afecta. Ysolo tiene una semana para resolverla.

El Mirandés es la sorpresa de la temporada en Segunda División. Inmejorable momento para hacer esta entrevista. ¿Cómo se encuentra?                                                                                                                              Me encuentro bien. Lógicamente todo es más fácil cuando las cosas funcionan.

Es el mejor arranque en el fútbol profesional de la historia del club, ¿se podía llegar a imaginar algo así?
Bueno... llevo ya casi 13 años en el mundo del fútbol. Esto es un juego y en los juegos intervienen factores que a veces se salen de la lógica. Este año están saliendo las cosas muy bien, todo ello motivado por un grupo muy comprometido y no exento de calidad. Pelean mucho, es como para ir a la guerra con ellos.

Ya cuentan con 28 puntos, ¿se puede pensar en otros objetivos más allá de la permanencia en la categoría?
Bueno, creo que es muy pronto para pensar en otras cosas. En estos momentos está saliendo todo muy bien y eso nos trae tranquilidad. Pero en el fútbol vuelvo a repetir que todo cambia de la noche a la mañana. No hemos conseguido nada todavía. Los números y las sensaciones son buenas y ese es motivo para estar mucho más tranquilo que el año pasado.

¿Cómo son esas sensaciones en el club y en su entorno?
Estamos contentos si la afición está contenta y ahora está ilusionada. Quizá debamos incluso frenar la euforia de algunos. Esto es muy largo, falta mucha liga, pero es bueno que la afición se ilusione. En el fútbol y en la vida eso es importante, nos hace olvidarnos de otras cosas.

No ha pasado demasiado tiempo desde que se jugaron la permanencia en el último partido de la temporada pasada, contra el Amorebieta. ¿Se otorga más valor al presente habiendo superado aquella situación?
Como decía, ya llevo más de 12 años en el fútbol y sé que hay momentos buenos y malos. Hay que tomarlos con naturalidad, aunque lógicamente en los malos se sufre mucho. Pero también sabemos disfrutar de los buenos, ahora no conviene pensar en el pasado. Hay que seguir peleando porque siempre va a haber que hacerlo. El Mirandés es un club modesto, tenemos muchas dificultades de todo tipo y hay que asumir la lucha y el esfuerzo continuos.

Ya con más perspectiva, ¿qué supuso aquella victoria?
Aquel día recuerdo que estaba bastante confiado de que íbamos a sacar el partido adelante. No obstante, siempre tienes la duda de que puede pasar cualquier cosa, así es el fútbol... ¿Y la importancia que tuvo? Pues hombre, estar en Segunda nos permite una serie de cosas que en categorías inferiores no, sobre todo a nivel de presupuesto. Somos un club con recursos limitados, en una ciudad pequeña con pocos socios, aunque fieles. Porcentualmente estaremos por encima del resto de clubes.

Desde entonces gran parte de la atención se ha centrado en lo extradeportivo. Poder o no construir la tribuna. ¿En qué momento están esas negociaciones con el Ayuntamiento de la ciudad?
El momento es crítico. Si nosotros quisiéramos hacer la tribuna este verano tendríamos que empezar ya con el encargo de la obra. Estamos planteando si tiramos para adelante o no. Dependerá de las últimas ayudas, de si cristalizan en algo positivo o no. En el caso de que no sea así, no podemos asumir esa obra porque, entre otras cosas, no sería justo que una obra de una instalación municipal tan importante para la comunidad tenga que acometerla una entidad privada. Por otra parte, si destinamos todos los recursos del club a esa obra, estaríamos en una situación de mucha desventaja respecto a nuestros competidores. Y eso no lo vamos a hacer.

A pesar de la actual situación, imagino que sigue teniendo en cuenta un posible descenso, ¿acometer la obra en solitario supondría quedarse sin salvavidas?
Efectivamente. Esa es la cuestión. Nosotros nos hemos ido capitalizando durante los últimos años a fin de ser un equipo, entre comillas, lo menos débil posible. Nunca vamos a ser un club fuerte por el censo de la ciudad y por los apoyos que tenemos, correspondientes a una ciudad pequeña. Por eso no nos está permitido hacer grandes dispendios. Tenemos que ir controlando muy bien ese aspecto de cara a que, si se produce un descenso, no seamos una víctima y tengamos por lo menos cierta capacidad de reacción, como ya ha pasado.

Califica esta situación de crítica...
(Interrumpe) Bueno, la palabra 'crítica' no me gusta, pero es una situación a analizar y valorar antes de tomar una decisión muy próxima. Probablemente se comunique en la junta general de accionistas del 3 de diciembre. Ahora la decisión no está tomada, pero ya estamos en negociaciones de última hora.

¿Están activas las conversaciones con el Ayuntamiento? ¿Ha habido algún acercamiento desde el verano?
No hay una postura definida por parte de la entidad municipal. Se resolverá pronto y a partir de ahí el club tomará la decisión que más le interese.

Por entonces calificó de «vergonzosa» la oferta del Ayuntamiento, algo más de un millón de euros dividido en diez años sobre los siete totales. ¿Ha cambiado algo el Mirandés en sus exigencias?
Seguimos pidiendo más apoyo, en general. Somos un club pequeño y hemos demostrado que hacemos las cosas de manera prudente. Desde las instituciones se debe apoyar las obras necesarias para una ciudad. Un campo de fútbol, guste o no guste a ciertos sectores, es una instalación esencial para la comunidad. Por eso entiendo que no es justo, porque nos amparamos en que el Mirandés es una Sociedad Anónima Deportiva y no es justo que tengamos que correr con los gastos de adecuar una instalación obsoleta a las exigencias de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Vuelvo a repetir, y este creo que debe de ser el titular: no estamos pidiendo ayuda al club, estamos pidiendo que se adecúe una instalación municipal a la realidad del fútbol profesional. Tanto es así que si no se hace la obra, el municipio tendrá que decir a sus ciudadanos que no hay más fútbol.

¿Existe un riesgo real de que, en un corto o medio plazo, la LFP diga que no se puede competir más en Anduva?
Por supuesto que lo hay.

(La entrevista completa, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos o aquí)