Suma y sigue. La Ribera del Duero contará pronto con otro proyecto sobre economía circular. Se trata de una planta de vermicompostaje que se construirá en el término municipal de Roa de Duero, a escasos 30 metros del polígono industrial. Su impulsora, Raquel Camarero, de 36 años y natural de Torresandino, indica que lleva un tiempo haciendo pruebas con la cría de lombrices y que ha decidido dar un paso más. "Siempre he tenido claro que quería montar mi propia empresa y tenía ganas de volver al pueblo", subraya esta ingeniera industrial, mientras remarca su predilección por el ambiente rural.
Por ahora, tal como se publicó ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), Camarero ya cuenta con el informe de impacto ambiental favorable. Desde la Consejería de Medio Ambiente de la Junta se concluye que "no existen efectos significativos sobre el medio ambiente" de la planta promovida por su empresa, Naturfera S.L. En paralelo, esta emprendedora detalla que está pendiente de una posible subvención por parte de la ADRI Ribera del Duero, ya que la puesta en marcha de proyecto "implica mucha inversión".
La instalación se ubicará en cuatro parcelas que suman una superficie de 9.201 metros cuadrados. Además, tal como se recoge en el Bocyl, la planta dispondrá de dos líneas diferenciadas. Por un lado, la línea de compostaje de residuos, que se realizará en pilas de 2 a 3 metros de altura. Y, por otro, la línea de cría de lombrices. A su vez, el compost generado por estos animales tendrá dos usos: lecho de las lombrices destinadas a la venta mientras que el resto se transformará en humus o vermicompost en una nave ubicada en el término municipal de Torresandino, para maduración, cribado y envasado. Camarero sostiene que se trata de "un buen producto" que favorece la economía circular.