Hasta ahora se habían encontrado a ‘lobos solitarios’ fanáticos hasta la muerte pero con serios problemas para conseguir los medios que les permitieran sembrar el terror. Pero el jueves, en un séptimo piso de la calle Condado de Treviño, la GuardiaCivil se topó justamente con el extremo contrario, un ‘lobo solitario’ con armas suficientes como para equipar a un miniejército y capaz de fabricar el explosivo más letal pero sin causa detonante por la que movilizarse. «No se ha detectado en la investigación, que ha sido intensa, ningún vínculo con ninguna otra persona ni con organizaciones de ningún tipo, ni terrorista, ni extremista, ni delincuencia organizada», recalca el teniente coronel Alfonso Martín, jefe de la Comandancia de Burgos, si bien a juzgar por sus redes sociales tiene una marcada ideología de ultraderecha.
R.L.R. tiene 43 años, está soltero y trabaja en una empresa del sector metalúrgico de Miranda de Ebro, a la que suele desplazarse en bicicleta. El capitán Fernando Castellanos lo define como «una persona solitaria, introvertida» a la que no han «visto relacionarse con terceros» durante los muchos meses que han estado investigando sus movimientos. «Iba de su casa al trabajo y del trabajo a casa o al garaje» en el que acumulaba gran parte de los explosivos, el mayor arsenal no relacionado con el terrorismo incautado enEspaña en muchos años. Creen que estos artefactos no los tenía en el propio domicilio para salvaguardar la seguridad de sus padres, con los que convive. Ellos mismos han reconocido a la Guardia Civil que tenían un problema con su hijo, cuyo comportamiento y afición a las armas se remonta a muchos años atrás. «Él trataba de tranquilizarnos diciendo que eso era una cosa legal, que no tenía ningún peligro. Seguramente no sabían qué grado de peligrosidad pero sí que era una afición algo rara», apunta Castellanos, de la Jefatura de Información de la Guardia Civil.
Es esta unidad, junto con el Grupo de Información y el de Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Comandancia de Burgos, ayudados por el Servicio Cinológico, los que han llevado a cabo la denominada operación Tangerina. Tras la incautación del arsenal, los artefactos con riesgo de detonación fueron trasladados a un paraje seguro y explosionados por el especialistas. Uno de ellos, el sargento primero Carlos Chamorro, explica que entre el material acumulado estaban los componentes del TATP, conocido como la ‘madre de Satán’ y empleado por los terroristas yihadistas, muy inestable y peligroso.
La operación Tangerina ‘explotó’ -culminó- el pasado jueves con la detención del sujeto, al que tal y como adelantó ayer Diario de Burgos, los guardias civiles abordaron en su trabajo. Después registraron el domicilio familiar del número 39 de la calle Condado de Treviño, en cuya terraza tenía montado el taller de fabricación de armamento, munición y explosivos, y la estancia del garaje comunitario en el que los acumulaba.Tras prestar declaración en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Miranda de Ebro, fue enviado a prisión. Se podría enfrentar a una pena global de entre 8 y 10 años de cárcel por los delitos de tráfico de armas (por la introducción ilegal en el territorio nacional); depósito de armas de guerra; depósito de armas reglamentadas (más de 5 ya es delito); depósito de municiones, más de 2.800 cartuchos metálicos y 4.000 vainas, y depósito de explosivos en concurso con un delito de riesgo provocado por explosivos.
COMPRADAS EN ESLOVAQUIA
Entre las 26 armas, la mayoría habilitadas para hacer fuego real, la Guardia Civil destaca dos, un fusil y un subfusil de asalto que entran en la categoría de guerra, puesto que son «armas automáticas, muy peligrosas, que disparan a ráfagas y tienen una potencia y una cadencia de fuego elevadísima», detalla Castellanos. De hecho, la Jefatura de Información ha podido comprobar que fueron adquiridas en Eslovaquia, «en el mismo establecimiento donde se compraron las armas de los atentados de París de enero y noviembre de 2015», añade. Durante todos los seguimientos, no han detectado que acudiera a realizar prácticas de tiro o a comprobar si las modificaciones realizadas en las armas funcionaban pero la Benemérita sospecha que así ha tenido que ser.
El fusil VZ-58 (la versión checa del AK-47) y el subfusil VZ-26 cuestan unos 700 euros, inutilizados, por lo que puestos en funcionamiento pueden multiplicar su precio por 3.
El principal objetivo de la Benemérita era neutralizar a este sujeto antes de que pudiera causar algún daño, aunque fuese accidental, a su familia y a todo el vecindario. Pero también evitar que pudiera servir a causas ilícitas. «Cuando una persona tiene la capacidad y tiene los medios no está libre de que alguien contacte con él o intente acercarse para que les transmita los conocimientos o algún arma o explosivo», apunta el comandante. Además tenía habilidad, debido también a su ocupación laboral, para confeccionar balas y recargarlas, así como los recipientes de los artefactos explosivos, algunos para depositar y otros para llevarlos en la mano. «Muchos tenían incluso metralla, tornillería y rodamientos de acero que siempre aumentan la letalidad y el poder destructivo», comentan los expertos.
Con el paso del tiempo, R.L.R. había ido mejorando la ‘calidad’ de los componentes que adquiría, también por internet, para sus mezclas, entre ellos todos los necesarios para fabricar la madre de Satán y artefactos químicos.De hecho, tenía hasta máscara antiguas.«Las cargas van desde 200 gramos a 1 kilo, más que suficiente para matar a un ser humano», aclara Chamorro.