En el claustro alto del Museo Marceliano Santa María, en el edificio del monasterio de San Juan, una pared vacía recuerda desde hace años el hueco que ha dejado uno de los cuadros del artista burgalés que mejores críticas recibió en la Exposición Nacional de 1908. El óleo Las hijas del Cid falta en la pinacoteca del ‘pintor del Castilla’ desde principios de los años 90.
El lienzo pintado a principios del siglo XX fue solicitado por el Museo del Prado hace dos décadas para que formara parte de una exposición colectiva. Pero el desarrollo de los acontecimientos dejaría al Prado sin exposición y a Burgos sin el óleo de uno de sus artistas más importantes.
Sobre un fondo sombrío, como si vaticinara el futuro que le esperaba, el cuadro recoge la figura de Ortuño, fiel servidor del Cid, que mira con furia al espectador mientras abraza a Elvira y a Sol que acaban de ser ultrajadas por los infantes de Carrión. Los desnudos de las féminas fueron en su día destacados por la crítica, que veían en esta obra un apunte diferente al recurrente tema cidiano.
El envío del cuadro a la pinacoteca del Estado lo sumió en el más profundo de los olvidos. El museo madrileño, entre devoluciones, seguros y restauraciones de su propio fondo, no tuvo en cuenta el destino incierto del lienzo de Santa María, que fue a parar a los sótanos del centro.Y allí permanece desde entonces, a pesar de que el Ayuntamiento haya tratado en varias ocasiones de traerlo de vuelta a casa.
Ahora que los cargos se han renovado, el Consistorio volverá a reclamar el cuadro de manera explícita, tal y como confirmó el alcalde a este periódico. Javier Lacalle tiene intención de reunirse enMadrid con el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, en la segunda quincena de abril. A esa reunión el primer edil acudirá con tres peticiones, la primera, el cuadro de Marceliano Santa María.
«No tiene ningún sentido que el lienzo esté en Madrid. Si estuviera expuesto y a la vista de la gente, sería otro tema -la pinacoteca cuenta con un cuadro del mismo título del también burgalés Diáscoro de la Puebla expuesto en la sala 61-, pero no es de recibo que el óleo permanezca escondido en un sótano cuando en Burgos hace un excelente papel en su museo», remarca el alcalde.
el cantar, en la biblioteca. El segundo tema a tratar con el secretario de Estado también hace referencia a lo cidiano. Pero en este caso hablamos de una obra de incalculable valor: El cantar de mío Cid.
El original lo guarda la Biblioteca Nacional de España bajo estrictas medidas de seguridad y conservación. El primer edil no aspira a solicitar el documento de manera permanente, pero sí exigirá que el Cantar viaje de manera temporal a las tierras del Cid. «Qué mejor excusa que la inauguración en el último trimestre del año de la Biblioteca de San Juan. El ejemplar podría exhibirse durante quince o veinte días con todas las medidas de seguridad que fueran necesarias», apunta el alcaide.
Sin embargo, la Biblioteca Nacional de España ni siquiera mostró el original durante la exposición que celebró en 2007, con motivo del octavo centenario de su publicación. El museo de la BNE mostró una reproducción del manuscrito dentro de una vitrina.