La puesta en marcha de la cuarta campaña de bonos al consumo continúa su tramitación administrativa con la vista puesta en el mes de octubre si el proceso no se topa con ningún contratiempo. El Ayuntamiento ya se ha puesto en contacto con la Junta de Castilla y León para recibir las autorizaciones pertinentes, al tiempo que tiene encima de la mesa varias posibilidades respecto a su planteamiento inicial. Por un lado, la posibilidad de incluir a la hostelería en la iniciativa, al igual que en anteriores ocasiones, y, por otro, incrementar la partida prevista, que asciende 1,5 millones de euros y que, en principio, se iba a destinar de manera exclusiva al sector del pequeño comercio.

El responsable de este departamento, Raúl Martínez, avanza estas dos opciones, justificando la posible entrada de bares y restaurantes en su convencimiento de la existencia de una segunda partida dirigida solo a esta actividad para realizar acciones específicas de fomento del consumo, pero diferente a los cheques descuento debido a no habían funcionado tan bien como en la comercial. En este punto, hace referencia a la existencia de un «compromiso de palabra» de su predecesora en el cargo, Rosa Niño, pero que «no aparece por ningún lado, ni sabemos si está o no recogida».

«Tenemos que estudiarlo, al igual que incrementar la dotación económica», explica Martínez, quien no descarta que pueda compartirse la partida actual entre los dos sectores, frente a los dos millones de euros de la del año pasado.

A la espera de lo que finalmente se decida, la Concejalía de Comercio avanza en la tramitación administrativa que permitirá poder sacar a concurso la plataforma de gestión de los bonos al consumo con el objetivo de poder ponerlos en el mercado en octubre, «porque antes no vamos a llegar» (...).

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