Denuncian que hay dinero para una jefa de protocolo pero no para Villarmero

F. Trespaderne / Burgos
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Un grupo de vecinos de la pedanía acusan Ayuntamiento de mantener una estructura de personal «desmesurada» mientras su iglesia se hunde, la pista polideportiva está sin terminar o la casa del pueblo sigue en ruinas y cerrada

Este inmueble municipal en el que los vecinos celebraban reuniones lleva cerrado dos años porque está en ruina técnica y piden que se arregle. - Foto: DB/Jesús J. Matías

Las relaciones de los vecinos de las pedanías con  los ayuntamientos, salvo contadas excepciones, no suelen ser muy buenas y un buen ejemplo de ello son las que mantienen más de la mitad de los de Villarmero con el alcalde y el Ayuntamiento del Alfoz de Quintanadueñas, del que también dependen Arroyal, Marmellar de Arriba y Páramo del Arroyo.

En un escrito con 120 firmas, están empadronados más de 200 vecinos, se piden a la junta vecinal y al Ayuntamiento del Alfoz de Quintanadueñas explicaciones  sobre a dónde van sus impuestos y sobre la situación de la iglesia, un edificio municipal, la pista polideportiva inacabada, los parques infantiles o el servicio de limpieza. «Queremos saber dónde van los impuestos que pagamos, que nos aclaren las cuentas y cómo se puede mantener una plantilla como la que tiene el Ayuntamiento, con diez personas contratadas que incluye una jefa de protocolo, y lo que pagamos por ella», manifiesta José Manuel  Ballesteros, vocal del PP en la junta vecinal de Villarmero, quien con Olga Nieto relata las necesidades del pueblo recogidas en un escrito presentado en noviembre de 2012 al Ayuntamiento.

Además de «las cuentas», reclaman que se intervenga en el edificio municipal que hasta hace dos años se venía utilizando como centro de reunión vecinal, ya que se cerró al considerar el arquitecto municipal que estaba en ruinas. «Nos dijeron que se iba a reformar, pero ahí está cerrado», apuntan Ballesteros y Nieto, quienes también consideran urgente intervenir en la iglesia, cerrada al culto por desprendimientos y grietas, así como la finalización de las obras de la pista polideportiva y la mejora de los parques.

«Estamos desamparados totalmente y muy descontentos, aquí la limpieza solo la hace las víspera de fiestas y en las calles más concurridas, y otros tres días al año», señalan Ballesteros y Nieto, quienes denuncian que la junta vecinal solo se reúne tres veces al año y que «Quintanadueñas ha subido y también el resto de las pedanías, excepto Villarmero, donde no tenemos de nada y pagamos por los servicios que están en Quintanadueñas. No queremos catedrales, queremos lo mínimo: un centro para actividades y un parque decente para los niños».

Respuesta del alcalde

El alcalde del Alfoz de Quintanadueñas, Gerardo Bilbao, que ayer celebró el tradicional concejo abierto para informar del presupuesto y proyectos, señaló que le parecía «impresentable que un vocal de la junta de Villarmero, como es Ballesteros, no se haya presentado a un acto en el que se dan las cuentas del Ayuntamiento y del Alfoz, cuentas  que reclama en un medio de comunicación. Donde tiene que dar la cara no se presenta».

Bilbao señala que el problema de estos dos vecinos es que se han presentado a las elecciones «y la gente no les ha votado, y como no saben aceptar la voluntad popular por detrás hacen estas cosas», a la vez que negó que en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Ayuntamiento o en su organigrama exista una plaza de jefa de protocolo (en la página web aparece como tal), función que afirma realiza la auxiliar de biblioteca, «que hace de todo, está a disposición del Ayuntamiento para los actos, además de atender la biblioteca y el polideportivo. Es malicioso decir que hay una jefa de protocolo».

Sobre la limpieza, Bilbao indica que «la paga exclusivamente Quintanadueñas y de vez en cuando mandamos al personal a las juntas, a las que entregamos casi todo el dinero que se ingresa en ellas por impuestos». En relación al edificio municipal apunta que un informe aconseja su derribo «porque está en ruina técnica» y afirma que, como tenía comprometido, mañana se reunirá con los vecinos de Villarmero «porque no tenemos nada que esconder».