Cuando un ciudadano decide acudir a una de las piscinas municipales, lo último que espera es que ese tiempo practicando deporte, ya sea por ocio o por prescripción médica, se convierta en una experiencia desagradable. Sin embargo, varios usuarios de las instalaciones de Capiscol se han visto obligados a expresar su malestar tras tropezarse con numerosas faltas de respeto. Así se recoge, en una de las resoluciones de un expediente sancionador en el que se deja constancia, tanto por parte de un auxiliar de Instalaciones Deportivas como por el encargado de turno, de las «reiteradas quejas por el comportamiento» de un varón que «golpea e insulta a todos los usuarios con los que se encuentra en su calle de nado».
En el parte que se ha elaborado para denunciar la situación se detalla, en este mismo sentido, que este usuario, «por su forma de nadar, va golpeando a todo aquel que comparte calle con él e insultando a todo aquel que le hace notar su incomodidad por su conducta».
Aunque se ha estado analizando la posibilidad de imponer una sanción económica, finalmente en el expediente se ha propuesto como castigo la retirada provisional del carné de abonado durante tres meses.
Recientemente, el Servicio de Instalaciones Deportivas ha decidido castigar a otra usuaria con la retirada provisional del carné de abonado por «incumplir una orden de la socorrista y menospreciarla».
En este caso, la socorrista advirtió «cuatro veces a la usuaria por llevar gafas de snorkel sin permiso. Se le recordó que existe un procedimiento para acceder con este utensilio y menosprecio» a la trabajadora de la piscina del Plantío.
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