Inteligencia artificial y viñedo han comenzado un maridaje que, en la Ribera del Duero, ya se traduce en la puesta en marcha de varios proyectos con una inversión millonaria. La aplicación de tecnología innovadora está irrumpiendo con fuerza en bodegas adscritas a la denominación de origen, que trabajan para lograr que sus viñedos sean más resilientes y sostenibles.
Es el caso de Dominio Fournier, que en un proyecto europeo en el que participan más empresas y que tiene un millón de presupuesto, analizarán durante varias cosechas la evolución de los racimos y de posibles enfermedades. Este seguimiento arrojará varios modelos predictivos que les permitirán optimizar la gestión de sus viñas, de forma que se reduzca el consumo de fertilizantes, energía y agua. También en San Gabriel se hallan inmersos en sacar el máximo partido a su plan de sombreado inteligente, cuya primera fase vio la luz hace dos meses y que implicará un desembolso de más de un millón.
En el plano laboral, la aplicación de la inteligencia artificial a la viticultura generará nuevos puestos de trabajo. El gerente de Dominio Fournier, José María Ayuso, subraya que «a medida que te tecnificas, necesitas gente que maneje esa tecnología». A su juicio, ya se requieren perfiles «que antes no existían». Por su parte, el director de San Gabriel, Enrique García, remarca que «quienes se formen en big data, machine learning o ciencia de datos tendrán trabajo seguro».
(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)