Narcopisos en Juan XXIII

F.L.D. / Burgos
-

Son viviendas habitadas por adictos a sustancias y cuyo trasiego diario causa numerosos trastornos al resto del edificio. La Policía Nacional los tiene vigilados pero es difícil intervenir

Narcopisos en Juan XXIII

Nada más caer la noche, sobre todo los fines de semana, en algunos edificios de la barriada Juan XXIII se huelen los problemas a distancia. Algunas viviendas están habitadas, legal e ilegalmente, por adictos a la droga que no se cortan un pelo a la hora de hacer transacciones en la puerta de la calle o en el portal. A veces se juntan unos cuantos en uno de los pisos para colocarse. Y entonces todo se complica. Los ruidos, las peleas y la suciedad se instalan en las escaleras para desesperación del resto de vecinos. Los que están de alquiler huyen despavoridos al ver que el problema va en aumento. Los propietarios, por su parte, cada vez están más hartos. Piden a la Policía Nacional que actúe de una vez en estos domicilios, pero desde el cuerpo advierten de que no es tan sencillo.

«Lo más grave ocurre por la noche, pero yo he llegado a bajar a las dos de la tarde de mi casa y ver en el portal un pase de droga. No se cortan un pelo», denuncia un vecino de una de las comunidades próximas a la calle Vitoria. Tanto la Policía Nacional como la Local visitan el edificio prácticamente todas las semanas. El morador de este domicilio es un viejo conocido, un delincuente habitual que a día de hoy está más centrado en consumir que en traficar, según confirman fuentes de ambos cuerpos.

(Más información, en la edición impresa de este miércoles de Diario de Burgos)