El Gobierno de España mantendrá este año el Bono Cultural para jóvenes que cumplan 18 años, alcanzando así la tercera edición de este programa con el que se reparten 400 euros a los adolescentes para que adquieran productos como libros o videojuegos y también asistan a eventos como proyecciones cinematográficas o conciertos. Aunque el plan está muy asentado a escala nacional, en Miranda no ha terminado de cuajar. De hecho, solo ha cautivado a dos negocios, al margen de la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo que se unió al plan para Ebrovisión y otras citas.
Uno de los negocios es el cine Novedades, regentado por la empresa Proyecfilm. Según describe su gerente, Joaquín Fuentes, «no ha tenido demasiada repercusión». Es más, considera que prácticamente «no ha funcionado» y la asistencia de jóvenes a la sala mirandesa ha permanecido sin cambios. Pero la cuestión no termina ahí, ya que también describe que «darse de alta fue costoso, muy incómodo, porque implicaba hacer muchos trámites de papeles y la página web fallaba».
Por su parte, en la librería Estudio, el segundo comercio adherido al Bono Cultural, apuntan que «sí que se ha notado, aunque no haya sido nada exagerado». Así lo relata Olivia Lahoya, la gerente, quien matiza esta cuestión explicando que «no ha funcionado muy bien porque ha dado muchísimos problemas». En concreto, se han encontrado con trabas a la hora de registrarse, pues tardaron varios meses en conseguir el visto bueno del Ministerio de Cultura. Es decir, sufrieron «unos trámites muy lentos».
Todo ese camino burocrático ha provocado que algunos pequeños negocios de Miranda decidieran dejar de lado esta iniciativa. Por ejemplo, desde la librería Eva recuerdan que «la gestión para optar al Bono Cultural generaba más trabajo, y hay temporadas que de por sí son estresantes, y el proceso era un poco lioso». En su caso concreto, apuntan que centran mucho su actividad en los libros de texto y «aquel que los compra tiene un 10% de descuento durante todo el año, es decir, la tienda no se queda desamparada, sino que siempre tiene algo que ofrecer».
En la librería Estudio, además, lamentan que no solo se han encontrado inconvenientes a la hora de inscribirse, sino que los propios clientes han lidiado con dificultades para aprovechar el Bono. Lahoya recuerda que multitud de adolescentes han sufrido «problemas para poder pagar» y se han visto obligados a «contactar directamente con la aplicación de móvil» que canaliza este programa estatal. Según relata, «ha sido un problema constante para muchos y no saben por qué, pero iban a pagar y aparecía que había un error».
En cualquier caso, el Gobierno de España también ha desarrollado otras iniciativas para diferentes franjas de edad. Entre ellas, los mayores de 65 años. Durante el verano de 2023 el Ministerio de Cultura lanzó un programa para que estas personas pudieran acudir los martes a las salas de cine con un precio reducido a solo dos euros. Fuentes reconoce que en el Novedades «eso ha funcionado muy bien, mucho mejor que el Bono Cultural Joven». Según relata el gerente de Proyecfilm, solo han tenido que lidiar con dos inconvenientes. Por una parte, que «se tarda en pagar el dinero de la ayuda y tampoco cubre todo». Por otro lado, han hecho frente a la picaresca, puesto que «ha supuesto un quebradero de cabeza que algunos usuarios decían tener 65 años y no era así, pero ese problema se ha solventado fácilmente».