El repunte de la venta de coches registrado en la provincia de Burgos durante 2023 supone un alivio para el sector en un momento complejo, aunque el horizonte aún no está claro. Ese clima de incertidumbre explica, a ojos de los expertos del sector, una doble conclusión: el diésel recupera cinco años después el liderato de las matriculaciones en Burgos y el crecimiento de las alternativas a los vehículos de motor de combustión necesita tiempo para consolidarse y alcanzar los objetivos fijados por Europa.
El histórico compartido por Faconauto e Ideauto da un respiro a la compraventa de vehículos tras superar un 2022 pésimo. Ello permite afrontar con otro semblante un 2024 que aún se considera de «transición». «Hasta 2025 no veremos realmente hacia dónde vamos», explica Carlos Arce.
El presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Burgos destaca como factores decisivos las dudas que afectan al consumidor ante el objetivo de eliminar en 2035 los motores de combustión y las consecuencias directas en el precio final de un vehículo con los tipos de interés tan altos y una financiación cara.
«El sector sigue en una incertidumbre que no ayuda», resume Arce. Aunque se ha superado el número de ventas de los últimos dos años, los números «aún son inferiores a los registrados prepandemia».
Con estos ingredientes el consumidor opta por una solución a corto y medio plazo porque el futuro puede esperar mientras se concretan todos los detalles. «La gente sabe lo que puede hacer y lo que no en cada momento. El año 2035 queda lejos y hay personas que aún necesitan el diésel por su estilo de movilidad. El consumo de un híbrido o de un gasolina para trayectos largos todavía es un problema», zanja.
Así, la provincia sumó en 2023 1.461 ventas de vehículos diésel, por los 1.363 gasolina y los 1.351 híbridos. «Estos datos son un poco peculiares porque la tendencia nacional es que el diésel sigue bajando. No hay que darle más vueltas», resuelve el presidente de Aconauto, quien insiste en su mensaje de prudencia.
«Estamos en un momento convulso y las marcas se están reorganizando», adelanta. «Todo debe asentarse, hay cambios de estrategia y Europa duda sobre cómo va a implantar sus normativas. De momento, hay tiempo para que el consumidor todavía elija opciones como el diésel», concluye.
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