Los inquilinos del Orfeón Arandino se sienten abandonados

I.M.L. / Aranda de Duero
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Reclaman que, a pesar de que «la mayoría pagamos religiosamente», llevan meses esperando que se solucionen los problemas de humedades, la falta de accesibilidad y los desperfectos del inmueble

El hueco del ascensor se ha convertido en un basurero. - Foto: I.M.L.

La situación que soporta el edificio del Orfeón Arandino, propiedad de la Junta de Castilla y León, permanece estancada y sus inquilinos se sienten abandonados por la Administración Regional. Hace casi un año y medio que los técnicos mantuvieron una reunión con los vecinos para instarles a que se acogiesen al nuevo contrato de alquiler social y, desde entonces, no han vuelto a saber nada de las obras de mejora que precisa este inmueble para ser habitable. «La gran mayoría ya lo hemos hecho y estamos pagando todos los meses, la cuota y la luz de los pasillo, todo junto, pero ellos no hacen nada», recrimina una de las vecinas más veteranas de este edificio, que toma su nombre de la calle en la que se construyó, en pleno barrio de La Estación de Aranda de Duero, y junto al que se está construyendo el nuevo hospital comarcal.

Según los datos que maneja el área de Vivienda del Gobierno regional, de las 116 viviendas que componen el bloque, divididas en dos portales gemelos, 14 estaban pendientes de regularizar su situación. El resto, como aclaran los propios inquilinos, tienen «los papeles arreglados». 

Sin embargo, en el día a día de la vida en este edificio siguen soportando las deficiencias que acarrean desde hace décadas. «Los ascensores no los han puesto nunca, están los huecos pero siempre han estado vacíos», denuncia una vecina, que más allá del cumplimiento de la legislación en materia de accesibilidad, que obviamente se incumple, apela a las necesidades de varias familias. «En el otro portal hay dos niños con problemas, y sus padres los tienen que cargar a cuestas para subirles o bajarles de casa», relata la situación, mientras mira unas escaleras que son «estrechas y muy empinadas, un peligro».

En los dos laterales del edificio hay dos aberturas que hicieron los vecinos.En los dos laterales del edificio hay dos aberturas que hicieron los vecinos. - Foto: I.M.L.

Hace más de un mes pusieron un cartel en el que decían que iban a hacer obras, pero aquí no ha venido nadie»

Estos arandinos conservaban la esperanza de que la Junta iba a tener en cuenta los problemas del edificio para solucionarlos, pero han vuelto a sufrir una decepción. «Hace más de un mes, pusieron en el portal un cartel en el que decían que iban a hacer obras. ¿Tu les has visto? Pues nosotros tampoco, aquí no ha venido nadie y ha desaparecido hasta el cartel», explica resignada esta vecina. 

A esto se suma el empeoramiento de los problemas endémicos del inmueble. «Tenemos goteras en el tejado, los de más abajo no lo notamos pero los del cuarto tienen humedad en casa, hasta que eso se pudra y se les caiga el techo encima», avisa una mujer. En un recorrido por las zonas comunes, más allá de los ascensores inexistentes, se aprecian muchas ventanas sin cristales, lo que denuncian que «es un peligro y, en invierno, una nevera», paredes que necesitan una mano de pintura desde hace años, luces que no funcionan y el acceso al tejado clausurado por una verja.

Los portales están sin puertas y con agujeros en las paredes y el techo.Los portales están sin puertas y con agujeros en las paredes y el techo. - Foto: I.M.L.

«Esto es una vergüenza no, lo siguiente», resume la situación del edificio Raúl, otro vecino que no cree en las promesas de la Junta. «Nunca han hecho nada ni lo van a hacer», sentencia.

Dos de los residentes que más años llevan en este edificio, Carlos y David Hernández, coinciden en afirmar que son los propios vecinos los que se esfuerzan por mantenerlo lo mejor posible. «Lo estamos cuidando nosotros, pero hay grietas por todas partes y humedades por todo el edificio», asegura Carlos, que lamenta que «nos han dicho que no podemos hacer obra nosotros, pero ¿si no lo hacemos qué, dejamos que se vaya cayendo todo?» Entre otras necesidades menores del inmueble, los vecinos piden también que «pongan de una vez las puertas de los portales, que no las hemos visto nunca, y cambien los buzones». Aunque sean detalles menores, creen que si mejoran la entrada a los bloques mejorará la imagen del edificio.