¿Precios del combustible «anormalmente» bajos?

G. ARCE / Burgos
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Las gasolineras burgalesas denuncian que el fraude fiscal del IVA está generando una competencia desleal de ofertas de carburantes en el sector, penaliza su imagen y reputación y castiga a las estaciones más vulnerables

En las estaciones de la provincia se comercializan cada mes más de 3.600 millones de litros de combustibles en una amplia gama de precios dependiendo su tipo y las ofertas de cada empresa. - Foto: Diario de Burgos

Es inviable vender un litro de carburante en carretera con rebajas de hasta 50 céntimos de euro el litro o con un precio por debajo del coste de compra al por mayor si no hay trampa detrás. Eso es lo que están denunciando los suministradores de carburantes locales en su campaña por destapar el fraude del IVA, una práctica que supone una competencia desleal para los que sí cumplen -que son la mayoría- y que está hundiendo a aquellas estaciones más vulnerables, muchas de ellas ubicadas en entornos rurales, a las que es imposible competir con una política de precios al público a la baja sostenida en una práctica irregular.

La situación es tan compleja y el fraude tan extraordinario y grave, que todas las patronales de suministradores al por mayor de carburantes y de estaciones de servicio (también las burgalesas) han alzado la voz contra estos hechos, que no solo afectan al consumidor final sino también a la Hacienda Pública y, por extensión, a la imagen, la reputación y la viabilidad económica de todo el sector.

El fraude se está generando en el pago del IVAde algunos de los operadores que suministran el carburante a las estaciones de servicio. Rafael Pizarro, presidente de la Agrupación de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles de Castilla y León (Avecal), descarta a las grandes petroleras con larga tradición y solvencia contrastada y sí pone el foco en algunos de los nuevos operadores que entraron en el mercado a partir de su liberalización, en 2015.

«El fraude tiene su origen en que el IVA de los carburantes se cobra al consumidor final y se tributa posteriormente, una vez realizada la venta del producto. Estamos hablando de cantidades ingentes de combustible que se comercializan con IVAy de empresas instrumentales suministradoras que aparecen y desaparecen sin control alguno y sin repercutir ese IVA a Hacienda», detalla este empresario, que asegura que esta práctica supone miles de millones de euros de desfalco [La consultora KPMG cifra en 26.000 millones las ventas irregulares en la última década]y afecta a todas las provincias.

(Más información, en la edición impresa de este lunes de Diario de Burgos)