Los informes de calidad del aire que elaboran a Junta de Castilla y León se basan en dos puntos fijos instalados en la ciudad. Uno de ellos está en la plaza de Lavaderos (junto a Santa Bárbara), el otro en Fuentes Blancas, y ambos han sido criticados en multitud de ocasiones por las organizaciones ecologistas porque no son lugares significativos para valorar el estado real de la atmósfera capitalina.
Ahora el equipo de Gobierno del Ayuntamiento ha decidido trasladar el primero a la avenida de Cantabria al considerar que se podrán realizar mediciones más ajustadas al ser un entorno por el que transitan a diario miles de vehículos, tanto en circulaciones internas en el caso urbano como de paso hacia otros puntos del alfoz o para enlazar con las autovías. «Pensamos que va a dar datos más reales», indicó el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño.
El traslado se hará en las próximas semanas y se ubicará en un punto intermedio entre el edificio de la Policía Local y Bomberos y la Junta de Castilla y León. La idea era haberlo hecho antes de finalizar el año pero no ha sido posible.
Cabe recordar que durante el mandato pasado se colocaron 15 medidores de la calidad del aire que ofrecen datos en tiempo real sobre los niveles de contaminación en la capital para que la administración local pueda tomar medidas en caso de superar los niveles legales. Están ubicadas especialmente en zonas próximas a centros educativos o de salud para lograr que estos entornos sean saludables: calle San Agustín, avenida de los Derechos Humanos, plazas Vega, España, Yecla, Vista Alegre y Lavaderos, las calles Batalla de Villalar, Palacios (Villagonzalo), Victoria Balfé, López Bravo, Vitoria, 261 y avenida Costa Rica.
Durante la Comisión de Medio Ambiente celebrada hace unas semanas se analizó el avance del informe de la calidad del aire en la ciudad en 2022. Según se puso de manifiesto no se superaron los valores perjudiciales conforme a la legislación vigente de la Junta de Castilla y León aunque sí en el caso del ozono si se toman en cuenta los nuevos valores de la OMS.
La ciudad cuenta desde hace dos años con un plan de acción a corto plazo en el caso de episodios de alta contaminación por partículas aéreas inferiores a 10 micras (PM10), partículas inferiores a 2,5 micras (PM,5), dióxido de nitrógeno (NO2), Ozono (03) y dióxido de azufre (SO2). El documento establece los valores en los que es necesario dar una respuesta ante situaciones de alerta por contaminación, así como recomendaciones a dar a la población.