El plato estrella de la gastronomía arandina, el lechazo asado, se puede consumir más allá de las fronteras nacionales gracias a la expansión que está desarrollando el Grupo Asador de Aranda desde 2015. Hasta ahora, cuenta con tres restaurantes funcionando en Dubai y Abu Dabi, en Emiratos Árabes, y Doha, en Qatar, mientras que se encuentra ultimando una nueva apertura en Riad, capital de Arabia Saudí, y anuncia una próxima apertura en territorio europeo, concretamente en Francia. Con estos nuevos restaurantes, esta empresa de origen arandino superará el centenar de empleados en el extranjero. «Ahora tenemos unos 75 trabajadores, una media de 25 por cada restaurante, y será similar para el nuevo», asegura Martiniano Palomero, hijo del fundador de este grupo empresarial y encargado de esta expansión internacional.

Aún no hay fecha de inauguración del nuevo restaurante, pero Palomero estima que podría ser «dentro de dos o tres meses». En Riad se mantendrá la misma marca, consolidando en nombre de Aranda como una referencia de la gastronomía de calidad en esa zona del golfo Pérsico, donde la oferta gastronómica no difiere mucho de la que se ofrece en el Asador de Aranda en territorio nacional. El lechazo asado en horno de leña de encina se elabora allí mismo, con la receta tradicional, para lo que cada vez que se abre en Oriente Medio un establecimiento un grupo de empleados españoles acuden allí para enseñar a los trabajadores locales la forma de cocinar y servir este y otros platos. 

Lo que no se encuentra en las cartas de esta expansión internacional es el vino y los productos derivados del cerdo, respetando así la cultura de los países donde se están implantando. Y la disparidad en el poder adquisitivo también se deja notar en los precios: si en Aranda un cuarto de lechazo puede tener un precio de entre 35 y 40 euros en un asador, en Emiratos Árabes cuesta 380 dirham, lo que al cambio supone 95 euros.

La estética de estos establecimientos huye del lujo árabe y mantiene los elementos castellanos que identifican a todos los locales del grupo. 

Orígenes arandinos. El Grupo Asador de Aranda tiene su germen en los años 60, cuando Martiniano Palomero y Julia del Cura abrían en Aranda de Duero una casa de comidas, que con los años y el desarrollo que sufría la ciudad a partir de la década siguiente pronto se convirtió en un asador, Mesón El Roble, para posteriormente inaugurar un establecimiento hotelero en pleno centro de la capital ribereña, el Hotel Julia.

Partiendo de esa base, la familia Palomero comenzó su expansión por el territorio nacional hace cuarenta años, creando la marcha Asador de Aranda, con la apertura en 1983 de su primer restaurante en Madrid, en la céntrica plaza Castilla. 

Este grupo cuenta en la actualidad con 13 establecimientos en ciudades como Madrid, con cinco locales, Barcelona, con cuatro, y en Valencia, Sevilla, Zaragoza, y Oviedo, con uno en cada ciudad. Sin embargo, con el devenir de la expansión de la marca, los restaurantes que tenía en su lugar de origen, Aranda de Duero, y en Burgos se han cerrado en los últimos años.

 Además de la marca principal, el Grupo Asador de Aranda explota otros conceptos de hostelería. Con una oferta gastronómica fresca y actual está La Farmacia en Madrid, con dos establecimientos, El Figón de Recoletos en Valladolid, con el lechazo asado también como plato estrella, y en la comarca ribereña El Lagar de Milagros y Castillo de Izán, que toman el topónimo de su ubicación para conformar su nombre.