El silencio sobre las 'txoznas' crispa a los vecinos de Anduva

Ó.C. / Miranda
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Los residentes en la calle Cantabria considera que al margen del horario, debe quedar claro quién controlará los niveles acústicos en los eventos musicales en las fiestas patronales de Miranda de Ebro

En las fachadas aún se ven carteles de quejas de los vecinos. - Foto: Ó.C.

En dos semanas Miranda estará inmersa en sus fiestas patronales. La actividad arrancará el miércoles 11 de septiembre con el pregón. Después, por la noche, la actividad se trasladará al  bulevar de la calle Cantabria, donde se celebran los principales conciertos y se ubican las txoznas. Los vecinos del entorno llevan tiempo a la espera de noticias, para saber qué medidas adopta el Ayuntamiento para minimizar las molestias que soportan. Por ahora, el Consistorio no les ha comunicado nada. Ni los horarios, ni otras medidas prometidas, por lo que en el movimiento vecinal de Anduva critican el silencio municipal.

Esa falta de comunicación también la notan en otro aspecto importante para ellos, como saber quién controlará los niveles acústicos de todos los eventos programados en este epicentro del ocio nocturno.
«Se preocupan del horario, pero no es lo más importante, porque puedes estar hasta las tres de la mañana sin hacer ruido, pero si chillas, por mucho que tengas permiso, pues molestas», recalca Ignacio Gubía, uno de los implicados en el colectivo, quien recuerda que por mucho que se pueda ampliar la actividad de las txoznas por ser fiestas «los derechos no se suspenden». Por este motivo, se pregunta si habrá policías locales por las noches para que se cumpla el horario, pero también «si estarán capacitados para medir los decibelios o las vibraciones», se pregunta Gubía, quien recuerda que en estos días festivos soportarán molestias «por el bien común».

Los vecinos estuvieron reunidos en el Ayuntamiento al inicio del año con varios responsables municipales. En esa reunión, recuerda que se comprometieron a informarles sobre el operativo y a reducir el horario las noches víspera de jornada laboral. Además se trataría de modificar la ubicación de los puestos «pero los cables están igual que el año pasado», lamenta. En aquella cita, también se les habló de reforzar la seguridad, la limpieza y que se colocarían más baños portátiles para evitar conductas incívicas en los bajos de las viviendas. De esto tampoco tienen noticias, más allá de lo publicado en prensa.

De nuevo, en el barrio recuerdan la necesidad de habilitar un recinto ferial, que minimice el impacto del ruido para los vecinos «los de aquí o los de otro sitio», por lo que Gubía indica que esta solución se debe tomar «a corto plazo y es algo que deben priorizar», sentencia. Mientras tanto, los residentes esperan saber qué medidas concretas adopta el Ayuntamiento, que por el momento no ha comunicado qué horarios adoptará, más allá de indicar que la noche del jueves al viernes se acortará la actividad de las txoznas. 

Hosteleros. La limitación del horario la noche del jueves al viernes es de lo poco claro, aunque sin saber el tope previsto que se decidirá la próxima semana. Aun así, por parte de la asociación de hosteleros su presidente Pepe Rey huye de polémicas y afirma que «vamos a hacer lo que nos diga el Ayuntamiento y no queremos causar problemas», a la espera de saber los horarios definitivos.