Se busca bodega subterránea tradicional. ¿Razón? El Ayuntamiento de Roa de Duero, que se ha marcado como objetivo ampliar sus atractivos turísticos ligados al mundo del vino. Según han detectado en el Consistorio raudense, quienes visitan la localidad echan en falta realizar un recorrido guiado por una bodega. Disfrutan de los viñedos, la gastronomía y de lugares como el mirador del paseo del Espolón, la excolegiata, la muralla o el parque arqueológico, recientemente remodelado, pero demandan conocer de cerca este tipo de patrimonio. Así que su alcalde, David Colinas, apela a la «buena disposición» de los raudenses para llegar a un acuerdo. Según detalla, están abiertos a diversas opciones: desde una cesión, pasando por la firma de un convenio con el propietario e, incluso, la compra. «No descartamos nada», remarca.
Eso sí, tendría que ser una bodega tradicional accesible y visitable, en la que el Ayuntamiento estaría dispuesto a acometer mejoras si fuera necesario para instalar luz o una cuerda para facilitar la bajada de los turistas. Si tuviera cubas, como las que se empleaban antaño para elaborar el vino, mejor que mejor. «Vamos a ver si conseguimos concretarlo, porque la verdad es que la gente lo demanda. A ver quién está dispuesto a dar el paso», subraya Colinas, al tiempo que admite que ya han mantenido algún contacto en este sentido.
Según se recoge en el libro Bodegas y lagares de Roa, escrito por Juan Antonio Casín Zapatero, la localidad ribereña cuenta con 155 lagares y 238 bodegas. «La pena es que el Ayuntamiento no tenga ninguna», añade Colinas, convencido de que «todo suma» y lo importante es mejorar su oferta turística. En 2023, recibieron a 11.200 visitantes.