Había que remontarse a la reurbanización del PuebloAntiguo para recordar unas obras de peatonalización en el barrio del Gamonal. De aquello pasaron casi quince años hasta que, en el pasado mandato, el Gobierno de coalición del PSOE y Cs apostó por intervenir con tres peatonalizaciones totales o parciales que acaban de culminar (ya con el PP y Vox) con la actuación en Francisco Grandmontagne, cuyas obras fueron recepcionadas este viernes por el Ayuntamiento. A ellas se suman las de la calle Roma (inaugurada en octubre) o las de la plaza Lavaderos, con la sensación de haber dejado un buen sabor de boca entre los vecinos. La inversión ejecutada en el barrio supera los tres millones de euros.
La obra que acaba de culminar en Grandmontagne, realizada por la constructora RFS y que ha supuesto un desembolso de alrededor de 1,4 millones de euros, tenía una especial complejidad debido al gran número de negocios que hay en este rincón de Gamonal y a la necesidad de incomodarles lo menos posible durante la ejecución de los trabajos.
Estas tres actuaciones culminan el plan de peatonalización diseñado el pasado mandato y del que se tuvo que excluir la que quizás era la intervención más ambiciosa de urbanización en el barrio: la transformación de la calle Vitoria en una 'avenida comercial' (los socialistas huyeron del término bulevar).
El fracaso de aquella consulta ciudadana olvidó a dar marcha atrás y el nuevo equipo de Gobierno del PP y Vox ha expresado ya públicamente que no tiene la menor intención de actuar allí a lo largo de esta legislatura. Tampoco hay previstas otras obras de urbanización en Gamonal en el horizonte más allá que para el bipartito la prioridad es la construcción de un aparcamiento en altura en María Amigo.
Si algo también hay de cierto en las últimas peatonalizaciones es que han supuesto la pérdida de decenas de plazas para estacionar en un barrio en el existe desde hace años un déficit notable de plazas de aparcamiento. El PP también quiere continuar adelante con el proyecto iniciado el pasado mandato para el disuasorio del Silo, pero ahí se necesita que la Junta de Castilla y León ceda una pequeña porción de terreno a la ciudad y las gestiones hasta el momento han resultado infructuosas.