El desarrollo de la MLS (Liga de Estados Unidos) en los últimos está siendo exponencial. La competición actúa como trampolín para que el talento joven de Sudamérica se foguee antes de dar el salto definitivo a Europa. El penúltimo ejemplo de ello es Diego Gómez, que ha ido a parar al Brighton, un combinado que se ha destacado de un tiempo a esta parte en poseer un ojo clínico para detectar talento, sacarle rédito deportivo y luego venderlo por una gran suma de dinero.
Son bastantes los casos de futbolistas que llegaron al sur de Inglaterra por un módico precio y salieron por una millonada. Dos de los más importantes no tienen mucho debate: Alexis Mac Allister y Moisés Caicedo se presentaron como desconocidos, explotaron en el Amex Stadium y ahora son pilares insustituibles en el Liverpool y en el Chelsea, respectivamente.
Pero no acaba ahí la cosa. Viktor Gyokeres, el delantero por el que se pelea media Europa, vistió la camiseta de las 'gaviotas'. Cucurella aterrizó en el Brighton desde el Getafe por 18 millones y luego dejó en las arcas unos 60 cuando fichó por el club de Stamford Bridge. Van Hecke, el nuevo proyecto de central consolidado de la Premier, aterrizó en la entidad por dos millones procedente del Breda y ahora mismo su coste, según Transfermarkt, es de 32.
Eso, en cuanto a jugadores consolidados, mientras que ahora buscan recorrer la misma senda ValentínBarco (nueve millones), YasinAyari, Julio Enciso (11,60) o Facundo Buonanotte (seis). Diego Gómez, aunque fichó en invierno, es uno de los más adelantados.
Dotes de mando
El paraguayo se fogueó en el Inter de Miami, junto a Messi, Busquets y Jordi Alba, antes de caer en las redes del Brighton. Previamente, el combinado de Florida lo contrató desde el Club Libertad, con el que debutó en la Copa Libertadores y donde se hizo muy pronto con los mandos en el centro del campo.
En la MLS brilló como amo y señor de la medular de un conjunto llamado a luchar por grandes cosas. El hecho de pasar por esa Liga le sirvió de trampolín, una suerte de paso previo entre Sudamérica y Europa para comprobar realmente el nivel del futbolista en una competición con ya un importante número de jugadores destacados en sus equipos.
Al Brighton no le costó demasiado convencerse. Fabian Hurzeler, a pesar de que la dirección invirtió una gran cantidad de dinero en el mercado de verano, destacándose como la entidad que más gastó de todo el mundo, reclamaba un centrocampista más para acompañar a Carlos Baleba, un fijo dentro del 4-2-3-1 del alemán.
Yasin Ayari, de 21 años, comenzó como titular, pero el poco protagonismo de Mats Wieffer, la lesión de Matt O'Riley y la polivalencia de Hinshelwood reclamaba una presencia más en esa parcela.
Para eso ha llegado Diego Gómez, un jugador de pierna fuerte, que no huye de la brega y resistente en la repetición de esfuerzos, un factor fundamental para encajar dentro de un sistema de juego que le da mucha importancia a la presión tras pérdida para saltarse fases.
De momento ya parece haberse hecho un hueco en el once, el primer paso para apuntar a tener una trayectoria en el Brighton parecido al de Caicedo o Mac Allister.