Miguel Ángel Ortiz Olivera sostiene su obra literaria sobre dos pasiones, la lectura y el fútbol. Al menos, lo ha hecho hasta ahora, aunque el próximo año ya avanza que navegará hacia nuevos temas. Este medinés del 82, escritor y librero, y su amigo David García Cames, periodista y profesor de literatura en Colombia, unieron sus caminos por sus colaboraciones con la revista de cultura futbolística Panenka, que se edita en Barcelona. De ese embrión nació en 2020 Kafka en Maracaná, un libro en el que escribieron junto a Marcel Beltrán Bernabéu 90 relatos -90 minutos de juego- protagonizados por otros tantos escritores de todo el mundo, la mayoría españoles, y su especial vínculo con el fútbol. Ahora, repiten un formato similar con 45 relatos o crónicas de ficción en Gambetas entre un discípulo de Bolaño y un fanático de D10S, pero solo con autores sudamericanos de numerosas nacionalidades.
Kafka en Maracaná gustó al otro lado del Atlántico y, por ello les pidieron este encargo después de que comenzaran a colaborar en la revista chilena Ultras. Esta publicación, muy similar a Panenka, con el fútbol y la cultura como banderas, está detrás del proyecto, que presentará en Medina, en su casa, el próximo mes.
Salió a la venta en Sudamérica el 30 de octubre, la fecha de nacimiento de Maradona, pero a España empezó a llegar en diciembre con Amazon. Ortiz Olivera, afincado en Barcelona, regresará a su ciudad para contar como ha gestado su nuevo trabajo, en el que no podían faltar Maradona -D10S-, y Pelé, quien falleció en diciembre de 2022, mientras escribían el libro. Salvando las distancias, Miguel Ángel Ortiz también fue jugador del Alcázar CD y aún recuerda las dos ligas que ganó el equipo cuando él marcaba goles como delantero a finales de los noventa.
Ahora juega con las palabras, con las voces, con el léxico latino en este libro, que parece escrito por nativos de cada uno de los países de sus protagonistas. Entre ellos, se cuenta Mario Benedetti, «un escritor muy futbolero», que ha aparecido en sus tres últimos libros, pero en todos ellos con diferentes enfoques. Ahora, Miguel Ángel Ortiz revive al Benedetti de la infancia que en 1928 fue con su padre a 'ver' su primer partido de fútbol, un Italia-Uruguay de las Olimpiadas, en la plaza Solís de Montevideo, donde bajaban un pizarrón, en el que iban escribiéndose las jugadas minuto a minuto. Mario Benedetti pasó la tarde bajo un paragüas esperando el resultado de un partido que en ocasiones rememoró. Ortiz Olivera se ha documentado sobre aquella experiencia del reconocido autor uruguayo y la ha novelado empapándose de aquel partido y de la época.
Cambio de ciclo. En otros relatos, como el dedicado al prolífico escritor chileno Alejandro Zambra, un ladrón mejicano se convierte en el narrador del asalto que realmente sufrió en un taxi, pero que el escritor medinés transforma gracias al fútbol. En su cuento, Zambra se libra de perder sus posesiones por sus coincidencias futboleras con el jefe de la banda. Tras leer todos sus libros y extraer todo lo que el chileno ha contado sobre fútbol, Ortiz se lanzó a su relato. Reconoce que la lectura es su pasión y crear después le resulta sencillo, una vez clara la idea y la mente llena de datos. De Nicanor Parra también leyó toda su poesía antes de escribir un antipoema sobre el deporte rey.
Su carrera literaria no cesa y a lo largo de este año continuará preparando una novela que saldrá en otoño y cerrará el ciclo de adolescencia y fútbol que inició con Fuera de juego (2013) y La Inmensa minoría (2014). Un equipo de fútbol de Medina de Pomar va a jugar un torneo a Barcelona y Ortiz Olivera relata aquellos días de nervios y de balompié. Está previsto que se titule Superbowl, aunque podría cambiar y después el fútbol ya pasará a un segundo plano en su carrera.