Cuando la acera pasa a ser el aparcamiento

C.M. / Burgos
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Hace cuatro años la Policía Local instaló vallas para evitar esta práctica en la calle Eras de San Francisco, pero la falta de espacio para dejar el coche hace que retorne esta costumbre

Los vehículos ocupan el espacio destinado para el peatón en una vía que tiene mucho tráfico. - Foto: Ramis

Los problemas de aparcamiento no son exclusivos de zonas como Gamonal. El Casco Histórico Alto también sufre su particular vía crucis. La mayoría de las casas son antiguas y no cuentan con garaje, de modo que los residentes se las ven y si las desean para encontrar huecos en los que dejar sus vehículos, una situación que se complica con los cientos de trabajadores que cada día tienen que desplazarse a esta zona de la ciudad y que usan sus calles para evitar pagar la zona azul o los párkings subterráneos. 

La necesidad acaba agudizando el ingenio y los conductores buscan cualquier espacio para poder estacionar. La calle Eras de San Francisco, paralela a las faldas del Castillo, es un buen ejemplo de ello. Numerosos vehículos optan por aparcar sobre la estrecha acera en el tramo más próximo al solar de la Camposa a pesar de que hace cuatro años la Policía Local instaló vallas móviles y cintas con señales de prohibido que se mantuvieron durante un tiempo para crear conciencia. Lo cierto es que se logró evitar práctica para evitar multas, pero ahora se ha recuperado.

Sobre todo por la mañana los vehículos han vuelto a tomar la acera y aparcan sobre ella, lo que impide transitar a los peatones. Se da la circunstancia de que al otro lado no hay acera. Los coches también están conquistando una zona ganada a la ladera del Castillo aprovechando que se ha roto el bordillo que delimita con la carretera, que cada vez se está haciendo más grande. De hecho, hasta hace poco cabían dos coches como máximo y ahora el número se ha duplicado. 

A ello se suma el espacio de la Camposa en la que los vehículos se acumulan de manera desordenada y los días de lluvia es un riesgo estacionar en este hueco por el peligro de quedarse atascado.

Y es que aparcar en el Casco Histórico Alto se ha convertido en una misión imposible. En la estrecha calle Eras de San Francisco no queda ni un hueco en la parte izquierda según se sube desde San Francisco, con la excepción de los espacios de garajes, lo que se convierte en un problema para los peatones, dado que debe transitar por la calzada. Al final de esta calle, antes de su confluencia con la subida de San Miguel, hay una explanada con bastante inclinación que sirve de improvisado aparcamiento a pesar del mal estado del firme. 

Los residentes esperan que el aparcamiento previsto en Álvar Fáñez pueda paliar este problema, pero mientras se agudiza el ingenio.