El HUBU pierde a una dermatóloga cuando mejoraba el servicio

G.G.U. / Burgos
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En 2023 el Hospital Universitario de Burgos corrigió algo el déficit médico en esta especialidad y la lista ha caído casi a la mitad

El servicio del HUBU ha llegado a funcionar solo con dos de los seis especialistas con los que debería contar. - Foto: Patricia

Dermatología del HUBU acaba de perder a una facultativa, que ha renunciado a la plaza como médica estatutaria de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) o, lo que es mismo, ha renunciado a la condición de funcionaria en la sanidad pública. Fuentes oficiales del hospital restaron importancia a esta circunstancia, subrayando que se trata de una «decisión personal», pero tampoco especificaron con cuántos especialistas queda el servicio, que arrastra déficit desde hace años. 

Esta circunstancia se corrigió «algo» en 2023 -así lo explicó entonces la gerente, Ana Lucía Fernández-, fecha en la que también se introdujo la 'teledermatología' y se empezó a reconducir la lista de espera. Tanto, que en solo un año ha caído casi a la mitad: de las 4.212 personas que esperaban por una primera consulta a finales de junio del 2023 a las 2.442 registradas hace un mes, siempre según información oficial.

El servicio llegó a acumular más de 6.000 primeras visitas en el verano del 2022, cuando fuentes oficiales explicaron que, de las seis plazas de dermatólogo reconocidas en la plantilla orgánica (es decir, sobre el papel que indica el número máximo de facultativos que puede contratar el HUBU), cuatro tenían titular o, lo que es lo mismo, especialistas que las ocuparan. El problema entonces era que, de esas cuatro, solo dos estaban cubiertas por distintas razones. 

Ese problema extremo de personal en un servicio con muchísima demanda de asistencia se palió en 2023, aunque numéricamente no se aclaró en cuántos facultativos o en cuánto porcentaje de jornada, dado que había especialistas con alguna reducción.

Ese incremento coincidió en el tiempo con la denominada 'teledermatología', que consiste en otra forma de trabajar. Es decir, cuando un paciente acude a su centro de salud por un problema en la piel que genera dudas o sobre el que el médico de familia no tiene certezas, en lugar de derivar directamente la consulta al HUBU, se hace una foto a la lesión del paciente con un aparato específico y se envía la imagen a los dermatólogos del hospital. En menos de 72 horas debe haberse valorado la imagen y debe haber un informe que determine si necesita un examen físico en el hospital o si se le puede poner tratamiento directamente y, de ser el caso, qué tratamiento.

De esta manera se evitan consultas consideradas innecesarias en un servicio sobresaturado, idas y venidas de los pacientes y, en caso de lesiones graves, se le atiende antes de lo que era habitual.

Por último, a este 'nuevo' sistema de atención se le añade el concierto con San Juan de Dios, que también en 2023 empezó a atender, por primera vez, a pacientes derivados desde este servicio del HUBU. Como mucho, 3.000 al año y, como en Atención Primaria, el sistema es el mismo: la teledermatología.

Sanidad privada. De esta manera se ha conseguido una reducción espectacular de la lista de espera para primeras consultas, como evidencian los datos oficiales, y no solo en número de citas acumuladas sino en tiempo de espera: de los 124 días registrados, de media, a finales de junio del 2023 a los 60 días que, también de media, espera ahora una persona para ser vista por primera vez en el servicio del HUBU.

Está por ver de qué manera repercute ahora la pérdida de esta especialista en la asistencia, dado que el problema que no ha conseguido resolverse todavía en el complejo asistencial de la capital es el de la falta de dermatólogos.

Hace años que esta especialidad ofrece mayor rentabilidad en la sanidad privada que en la pública, que tiene serios problemas para competir y retener a los profesionales. Y no solo en Burgos, sino en toda España. A esto hay que añadir que el HUBU todavía no forma a médicos MIR de esta especialidad, que es la más demandada.