Tal y como estaba previsto, Kronospan formalizó durante el día de ayer la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supondrá el despido de 36 de los 219 trabajadores de la fábrica de Castañares. La multinacional propietaria de la antigua Interbon, que inicialmente tenía la pretensión de realizar 50 extinciones de contratos, alega razones económicas y falta de producción para acometer estos ajustes.
El ERE, que afecta a 35 hombres y una mujer con edades comprendidas entre los 40 y 55 años, según detallan fuentes sindicales, inicia el periodo de consultas reglamentario y no podrá ejecutarse hasta principios del próximo mes de octubre.
No obstante, aunque se ha presentado sin acuerdo, los representantes de los trabajadores y la empresa llevan varias semanas negociando las condiciones de estas extinciones.
A principios de julio, pocos días después de que el Juzgado de lo Mercantil de Burgos ratificase la adjudicación en firme de esta fábrica a la multinacional austriaca, la dirección de Kronospan comunicó los 50 despidos argumentando un exceso de capacidad instalada y la falta de trabajo por la mala situación que atraviesa el mercado maderero en España.
La firma acumulaba entonces unas pérdidas desde el pasado mes de enero, inicio de la actividad con los nuevos propietarios, de más de 6 millones de euros, a razón de un millón al mes.
La propuesta de 50 salidas, que contemplaba -entre otros conceptos- una indemnización de 25 días por año trabajado a los afectados, fue rechazada por los trabajadores en asamblea celebrada a finales de julio.
No obstante, las negociaciones han continuado hasta la fecha. El 7 de agosto finalizó el EREtemporal que afectaba a la mayor parte de la plantilla desde enero sin que la actividad productiva se haya recuperado. Al igual que a principios del verano, en Castañares solo está en funcionamiento una de las dos líneas de producción de tablero, línea que cubre de largo la actual demanda del mercado nacional, muy castigado por la crisis del sector de la construcción.
Compromiso
En el auto de adjudicación, Kronospan se comprometió, además de abonar los 50,5 millones por la compañía concursada, a la asunción del 100% de la plantilla de Interbon y la continuación de la actividad económica durante al menos diez años conforme a un plan de negocio que prevé una inversión de 25 millones de euros en cinco años.