«Quiero publicar los escritos en prensa de Sainz de la Maza»

I.L.H. / Burgos
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ENTREVISTA | Medalla de Oro de la Fundación Andrés Segovia por sus aportaciones musicológicas a la historia de la guitarra, Leopoldo Neri de Caso ha descubierto y publicado 'Scherzo', de Sainz de la Maza, y 'Tocata para guitarra', de Joaquín Rodrigo

Leopoldo Neri de Caso acaba de publicar ‘De ideales y melancolías’, sobre el guitarrista burgalés Regino Sainz de la Maza.?

El musicólogo Leopoldo Neri de Caso defendió en 2014 su tesis doctoral sobre Regino Sainz de la Maza (1896-1981). Aquella investigación sirvió para ampliar la perspectiva del guitarrista burgalés más allá de la de intérprete, destacando su papel como pedagogo, editor, crítico musical y compositor. Sobre esta última faceta se está encargando además de catalogar el archivo de la familia, de donde rescató la obra Scherzo y otras diez partituras que diferentes compositores dedicaron a Sainz de la Maza. Ahora el experto en la figura del guitarrista ha editado esa investigación actualizada en forma de libro: Ideales y melancolías. Regino Sainz de la Maza y la guitarra en el siglo XX en España, publicado por la Editorial Piles y la Sociedad Española de la Guitarra.

Desde que publicó la tesis hasta ahora ha seguido investigando sobre Sainz de la Maza. ¿Qué aspectos recoge el libro que no estaban en su trabajo de investigación?

La primera finalidad del libro es tener una referencia científica, un proyecto crítico, sobre Sainz de la Maza. Porque la referencia anterior que existía es la que escribió su hija Paloma, que editó una semblanza con el Ayuntamiento de Burgos. Aquella fue una publicación divulgativa y personal, pero aquí lo que buscábamos es colocarlo en la historia y darle la dimensión polifacética que tenía Sainz de la Maza. Porque siempre se le ha definido con una serie de clichés determinados por la coyuntura histórica que le tocó vivir,  ya que al quedarse en España en los años 40 en algunos ámbitos se le ha considerado como un artista del régimen, cuando no es así.

Tuvo vínculos destacados con miembros de la Generación del 27 y, sobre todo con los de la Residencia de Estudiantes de Madrid. ¿Los mantuvo a lo largo de su vida?

Por supuesto. Eso es una de las constantes que he querido reforzar en el libro. Porque a pesar de la dictadura siguió manteniendo amistad con compositores como Adolfo Salazar, Jesús Bal y Gay o Rosa García Ascot. O con el escritor Juan Ramón Jiménez, que estaba en Puerto Rico. 

Otra cuestión que rescato en el libro es su faceta concertística que permite tener un mapa bastante claro de los recitales que ofreció a lo largo de su carrera. Eso permite ver dónde estaba en cada momento y qué contexto cultural o relaciones de amistad tenía con determinados compositores.

A la vez que preparaba este libro estaba catalogando el archivo de la familia, que ya dio alguna sorpresa como la obra Scherzo, compuesta por Sainz de la Maza y que se estrenó en 2016. ¿Ha aparecido algo más?

De momento la catalogación la tengo un poco parada porque me he centrado en la edición del libro. Ahora continuaré, porque estos trabajos de investigación sobre un personaje no se acaban; te acompañan toda la vida. Y hay dos tareas pendientes: terminar la catalogación de los manuscritos y sería interesante publicar un libro con los escritos periodísticos que redactó Sainz de la Maza. Escribió artículos y fue crítico musical en Libertad y ABC. En el libro hago una selección de unas sesenta, pero publicó más de 400 críticas musicales. Creo que sería un complemento perfecto.

Las críticas en ABC abarcan desde 1939 a 1952, más de una década de la España de la posguerra. 

Exacto. Eran unos textos que le sirvieron de complemento salarial cuando existía la cartilla de racionamiento. Esos artículos al final permiten hacer una radiografía de la vida musical -de Madrid sobre todo- en la década de los 40 y un poco de los 50. Es una fuente importante sobre todo también porque lo publica en ABC, que en esa época era uno de los periódicos más importantes del país.

¿Llegó a colaborar con Diario de Burgos como hicieron Antonio José, Lorca o María Teresa León?

Sí, fue el primer artículo que publicó en prensa y lo hizo hablando sobre Antonio José un poco antes de que concluyera la Sonata para guitarra. Regino ensalzaba la carrera del compositor burgalés y analizaba las raíces e influencias más importantes de su catálogo compositivo. El artículo se tituló Antonio José juzgado por Sainz de la Maza, y apareció en la portada de la edición del 14 de octubre de 1932.

Sainz de la Maza trató de renovar el repertorio publicando obras bajo el sello Biblioteca de Música para Guitarra. En el libro distingue esa faceta antes y durante el franquismo. ¿Qué ocurre en ambos periodos?

Al adquirir importancia como intérprete no solo en España, sino también en Sudamérica y en Europa antes de la guerra, y esa posición relevante que consigue la guitarra, hizo que muchas editoriales accedieran a crear colecciones propias de intérpretes, y con Regino ocurrió. En ese primer periodo se vuelca en renovar el repertorio para este instrumento con obras que le dedican. Pero estalla la guerra, muchos compositores se exilian y otros no pueden publicar en la España franquista. Coincide que en 1935 ha conseguido la plaza en el conservatorio de Madrid y ha publicado la estructura de los seis cursos de lo que se debía estudiar. Así que entonces se dedica a publicar materiales didácticos. Solo al final de su vida, en los años 70, publicó Española, de Rosa García Ascot.

Dedica un capítulo al Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, que estrenó Sainz de la Maza. De esta obra se ha escrito mucho, ¿ha encontrado algo nuevo?

Publico las cartas que se intercambió Regino con el director de orquesta que estrenó la obra, César de Mendoza Lasalle. Hablan de las gestiones y sobre todo de cuánto pedía por el estreno. Y lo que dice es que aunque su caché solía ser más alto, accede a rebajarlo porque le interesa estrenarlo y reconoce la coyuntura económica. Y De Mendoza Lasalle tira para adelante con el estreno a pesar de que había sido rechazado por la Filarmónica de Bilbao. Este director, que era más atrevido y lanzado, lo interpreta con la Orquesta de Barcelona y así es como tuvo la suerte de estrenar una de las obras más importantes de la historia de la música española.

¿Su faceta como intérprete y compositor para el cine es posiblemente la más desconocida?

Sí, probablemente. La Generación del 27 con quien se le vincula es amiga de la modernidad y el cine en ese momento lo era. Regino se ve inmerso en ese ambiente cultural y una de las primeras colaboraciones para la gran pantalla fue gracias a Federico García Lorca en el documental Almadrabas, donde toca una pieza de Schumann y su Rondeña. Ese es el inicio de una colaboración que fue muy gratificante. En las décadas posteriores, de los 40 y 50, continúa por ese gusto de hacer algo diferente y por la ayuda económica.

Hay dos facetas en el cine de Sainz de la Maza: las piezas que toca de otro y las que él compone. En las primeras llegó a tocar obras de Antonio José, aunque su nombre no apareciera en los créditos, pero indica que le apreciaba y admiraba. En cuanto a su vertiente compositora, destaca la música para Amanecer en puerta oscura, de Forqué, que recibió el Oso de Plata del Festival de Berlín. 

En el libro catalogo unas veinte películas, una faceta interesante, aunque muchas partituras no se conservan. Hay una muy conocida, Alas y garras, que dirige Félix Rodríguez de la Fuente. Fue el primer documental del naturalista y Regino adapta la música a los gestos y movimientos de los animales.

Por último, hace dos años, cuando se cumplieron 125 del nacimiento de Sainz de la Maza, contó en una conferencia que la familia pudo irse de Burgos por un suceso criminal que salpicó a un familiar. ¿Ha conseguido más información?

No, lo que me falta es buscar el expediente judicial para tratar de saber un poco más de ese tema. En el libro me remito a lo que se publicó en prensa. Ahora falta indagar más.