«Ellos nos alimentan»

R.E.M.-I.P.-P.C.P. / Burgos
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Muchos ciudadanos aplaudieron y dieron su apoyo a los agricultores en el recorrido por la ciudad

Julio y Esther, de Los Balbases, salieron a apoyar a los agricultores. - Foto: DB

En el escenario de ayer encajaba decir algo así como ¡Que levante el dedo quien no tenga algún vínculo con el campo! Todos tenemos un abuelo o bisabuelo a quien recordamos con el viejo arado, el carro o los primeros tractores sin cabina. Muchos de los ciudadanos que se apostaban en las aceras o al lado de la carretera, cuando no entre los propios agricultores, recordaban a sus antepasados y empatizaban con los que se montaron en sus tractores para llegar a la capital, visibilizar y hacer partícipes a todos de su frustración. 

No gritaron que están hartos de los altos precios de producción y los bajos en el cereal que se almacenan en las cooperativas sin expectativas de venta, de la burocracia, de las medidas ambientales... No gritaron mucho, pero las pancartas lo decían todo y el sonido de los cláxones era el llanto de un sector que no se considera valorado ni defendido por las administraciones que deberían estar a su lado. 

Pero la gente de la calle, al menos la que ayer aplaudía, sí valora su trabajo y considera justas sus reivindicaciones. No tenía reparo en reconocerlo Miguel Carazo, estudiante de Sistemas Microinformáticos y Redes, que califica de «hasta necesaria su presencia en la calle», y reconocía que «nos están llegando productos que no cumplen la legislación y hacen una competencia fuerte a los productos españoles y europeos, y eso habría que cambiar». Por su parte, Helder, camarero, suscribía las palabras de su amigo y apostaba por los productos de nuestro campo. 

Aunque no relacionados con la agricultura, pero sí de un pueblo, Los Balbases, Julio (camarero) y Esther (ingeniera), también daban su apoyo a los manifestantes a su paso por el Cid. «Estamos a favor de ellos, sin ellos y sin los ganaderos no hay comida hay que apoyarlos y que tengan precios justos; aquí hay mucho intermediario», dicen. Un grupo de jóvenes, no sé si en hora de recreo, también apoyaba las movilizaciones, entre ellos Miguel, que pedía precios justos y que se valore a agricultores y ganaderos. «Yo creo que en ciudades como Burgos se entiende al agricultor, pero en las grandes urbes, me parece que bastante menos».