El pasado mes de marzo concluían las labores de demolición de la manzana de pisos de alquiler social del Círculo Católico, que ha dado paso a un inmenso solar en el que la misma institución tiene previsto levantar otras 125 viviendas también para familias desfavorecidas. Pues bien, ese proyecto ya cuenta con fechas de inicio. La constructora benéfica del Círculo prevé que «en el segundo semestre del año que viene» podrían empezar ya las obras. El proyecto de ejecución ya está muy avanzado y será remitido al Ayuntamiento de Burgos antes de que acabe el año para que dé luz verde y conceda la licencia de obra.
Paralelamente, señalan fuentes de la institución, «las conversaciones con las entidades bancarias» para conseguir financiación «van por buen camino». En un primer momento había calculado un presupuesto de 13 millones de euros, pero la cantidad no está cerrada.
El derribo de la manzana de viviendas del Círculo en la zona de Santa Clara ha modificado la fisonomía urbana de este enclave de la zona sur y, al mismo tiempo, representa el fin de un símbolo, pues 'la barriada obrera' fue una de las primeras promociones sociales que impulsó el Círculo Católico el pasado siglo. La construcción de los bloques, cuya demolición terminó en marzo, se inició en el año 1948 con el diseño del arquitecto Valentín Junco, y fueron entregadas en 1955.
Los burgaleses bautizaron a esta urbanización de viviendas con dos nombres, que se han usado de manera indistinta a lo largo de la historia: barriada obrera o simplemente Zatorre, en referencia al empresario riojano que da nombre a una de las calles que enmarcan la manzana -la continuación de Santa Clara-, un personaje clave también en el inicio de la andadura de la Constructora Benéfica del Círculo, cuya obra social aún continúa.
Andrés Martínez Zatorre nació en Cervera de Río Alhama (La Rioja) y fue un hombre emprendedor que estableció sus negocios en Burgos. A su muerte, sus albaceas hicieron llegar a la institución benéfica y formativa «32.000 duros para con ellos fundar la Constructora Benéfica del Círculo, infatigable creadora de viviendas sociales».
La promoción se levantó junto al estadio de Zatorre, instalación deportiva en la que jugó el Burgos CF hasta mediados los años 60 de la pasada centuria. Junto al campo de fútbol se instalaron decenas de familias obreras que permanecieron allí -bien ellos o bien sus deudos- hasta hace bien poco, cuando el Círculo Católico decidió demoler la manzana debido a que su estructura, de madera, ya no cumplía con los cánones actuales de seguridad.
El anuncio de que las obras empezarán dentro de un año o algo más deberá tranquilizar a los comerciantes, que hace pocas fechas reclamaban a través de este periódico el pronto levantamiento de las 125 viviendas con el fin de dar vida al barrio.
El proyecto básico ya fue redactado hace dos años. El alquiler que se solicitará a los beneficiarios se calculará a partir del estudio financiero que contemple el coste definitivo de la construcción y se deberá ser socio de la entidad. Según señalaron, el alquiler medio de todas sus propiedades fue de 307 euros durante el año pasado.
Antes de que se llevara a cabo el derribo de los edificios -lo hizo la empresa Herrero Temiño por 446.000 euros- el Círculo había cumplido con una tarea previa obligatoria, el desalojo de los inquilinos de las 91 casas que se iban a demoler, un proceso que llevó bastante tiempo porque hubo que esperar a que otros pisos de la institución se liberaran para dar cobijo a los de la manzana afectada, delimitada por las calles Andrés Martínez Zatorre, Molinillo, San José y Padre Salaverri.