El de Utrera de ha convertido en el dueño de la banda izquierda del Burgos CF con el paso de las jornadas. Comenzó en el banquillo y solo la lesión de Fran García en Lezama le abrió las puertas del once. Conforme ha ido avanzando la temporada la aportación del sevillano ha ido a más hasta convertirse en algunos encuentros en uno de los futbolistas blanquinegros más destacados -el partido ante el Leganés en El Plantío es el más claro ejemplo-. Se siente «feliz» en Burgos y es que la marcha del equipo ha superado sus expectativas. «Cuando llegué pensé que iba a ser una temporada complicada», reconoce. Insiste en que lo mejor está por llegar, tanto en el plano individual como en el colectivo, aunque destaca el brillante presente que vive el Burgos, con 12 puntos de ventaja sobre el descenso. «No me esperaba que el equipo tuviera esta ventaja en marzo», señala.
¿Qué balance hace de lo vivido hasta el momento como blanquinegro?
Es muy positivo. Lo que buscaba era regresar al nivel que tenía, porque venía de años complicados, pese a que la pasada temporada en Málaga tuve continuidad. Este año quería dar el máximo, aunque pienso que lo mejor está por llegar y creo que estamos en el buen camino.
Le costó entrar en el equipo, ya que Fran García comenzó como titular, pero supo aprovechar su oportunidad.
Cuando llegué ya sabía que había otro compañero que actuaba en la misma posición y que lucharía por jugar lo máximo posible. Existe una rivalidad sana entre nosotros y eso creo que nos hace mejorar a los dos. Esa situación viene bien para sacar el cien por cien de cada uno. Los jugadores tenemos que estar preparados para que cuando llegue nuestro momento aprovecharlo.
¿En una categoría como la Segunda hay que tener paciencia porque la oportunidad acaba llegando?
Lo que hay que hacer es prepararse toda la semana como que fueras a jugar y cuando te toque salir al campo hacerlo lo mejor posible.
¿José Matos ha ido creciendo con el paso de las jornadas al igual que lo ha ido haciendo el equipo?
Al final todo es un proceso tanto en el plano individual como colectivo. Todos hemos dado un paso hacia adelante. La dinámica es muy buena y el equipo está haciendo las cosas muy bien. El grupo que tenemos, la familia que hemos creado es muy importante y luego cada jugador necesita continuidad y confianza.
¿Está en su mejor momento?
Creo que sí. Tuve una lesión importante en Holanda -se rompió el cruzado cuando estaba en el Twente cedido por el Cádiz- y eso me cortó un poco la carrera, porque fue un paso atrás. Sin embargo, sabía que a base de trabajo me llegaría la recompensa. Estoy recogiendo los frutos. Repito que la continuidad es importante y me estoy sintiendo muy bien, aunque creo que mi mejor nivel está por llegar. Estoy muy a gusto, contento y feliz y tenía muchas ganas de sentirme así.
¿Le costó adaptarse a un sistema de juego diferente al que estaba acostumbrado?
Vienes a un equipo nuevo, con una idea de juego diferente, el míster te pide una cosas distintas a las que estás acostumbrado a hacer y tienes que pasar un proceso. Pero esa confianza que han depositado en mí hace que esté tranquilo y que disfrute. Todo eso se refleja en los partidos.
¿Se ha encontrado en el Burgos CF, un recién ascendido, lo que esperaba o está superando sus expectativas?
Lo que está sucediendo está superando lo que esperaba encontrar. Sabía que venía a un equipo que en verano tuvo sus problemas y que llevaba mucho tiempo fuera del fútbol profesional. La experiencia me dice que todo recién ascendido tiene dificultades y cuando llegué pensaba que iba a ser una temporada complicada. Pero estar en marzo, con 29 jornadas disputadas y tener esa distancia con los puestos de descenso no era algo que me esperaba. Lo cierto es que el equipo trabaja muy bien y no es casualidad que esté en esta situación.
¿Se siente más cómodo con defensa de 4 o de 5?
Me siento a gusto en ambos sistemas. Cuando hay línea de 5 disminuye la responsabilidad defensiva, pero en cualquiera de las situaciones me adapto y estoy a gusto.
¿El gran poder de este Burgos es el bloque pese a que haya jugadores que están destacando individualmente?
Sin ninguna duda. A veces lo que se destaca son los goles, las asistencias… Pero creo que cada vez se valora más lo que es tener un buen grupo, que puedas contar con todos tus compañeros, que todo el mundo entrene al cien por cien y eso se ve en los partidos.
La situación del equipo es muy buena, aunque desde el vestuario siempre advierten de que hay que mantener la guardia alta para evitar sorpresas en las últimas jornadas.
Siempre se ven cosas raras en esta categoría, ya que existe mucha igualdad. Alguno de los de abajo suele pegar un subidón y consigue salvarse. No obstante, los que están en la zona de descenso se cambiarían por el Burgos, pero debemos ir con calma y valorar cada victoria, porque es muy difícil ganar. Hay que seguir de la misma forma porque va a costar una vida vencer partidos y tratar de llegar a los 50 cuanto antes.
Quizás no hagan falta ni 50 puntos para asegurar la permanencia.
Igual no. El año pasado el Lugo se salvó con 47 y creo que esta temporada va a estar por ahí. Aunque nosotros nos hemos marcado ese objetivo de los 50 puntos y a partir de ahí ganar lo máximo posible y ver dónde estamos.
¿Los dos próximos partidos serán decisivos para dar ese paso definitivo hacia el objetivo?
Tanto Fuenlabrada como la Real B van a afrontar los partidos como una final y nosotros debemos hacer lo mismo. Tenemos 12 puntos más que ellos, pero son rivales directos y creo que serán partidos muy igualados. Ojalá se consigan esos 6 puntos porque sería un gran paso adelante hacia el objetivo. Nos permitiría afrontar los últimos partidos con un notable colchón y con mucha tranquilidad. Tenemos que saber jugar con esa ventaja porque la mayor presión la tienen ellos y eso pesa.
¿Se ha sacudido el Burgos de esos complejos con los que comenzó el curso y se ha convertido en un equipo mucho más maduro?
A eso hay que añadir que los equipos han empezado a respetarnos más y eso también significa que la exigencia será mayor, pero eso hay que tomarlo como un reto. Al Burgos le costó adaptarse, pero el trabajo que realizamos cada día se ha visto reflejado. No tenía ninguna duda que el equipo se adaptaría con el paso de los partidos y tampoco la tengo en que vamos a dar la cara hasta final de temporada y va a conseguir los objetivos.
¿Le ha sorprendido que cada partido en El Plantío sea una fiesta y que allá donde vaya el equipo esté siempre acompañado de los suyos?
No es una casualidad los números que tenemos en El Plantío. Lo importante es que igual que disfrutamos nosotros estamos haciendo disfrutar a la gente. En cada partido fuera nos sentimos como si estuviéramos en casa y creo que eso es de admirar. Lo que estamos consiguiendo no es solo por nosotros, sino por la ciudad y por la afición, que creo que se lo merece. El fútbol profesional se ha perdido durante demasiado tiempo una afición tan buena como la del Burgos. Ese apoyo que estamos teniendo está siendo clave para alcanzar las metas que nos hemos propuesto. Lo que les animo es a que sigan de la misma forma hasta el final de la temporada, ya que ellos son una baza fundamental para llegar a los 50 puntos.