Los agricultores burgaleses aseguraron sus cultivos la campaña pasada por un capital total de 458,9 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 6% respecto al año anterior. Las condiciones climatológicas cada vez más imprevisibles, con periodos de sequía cada vez más prolongados, favorecen que los profesionales del sector opten por cubrirse las espaldas y garantizarse la rentabilidad de sus explotaciones en la mayor medida posible.
Las pólizas de seguros se han incrementado en todos los productos, con subidas que se han situado en el 8% en los cultivos herbáceos -los cereales, leguminosas y forrajes fundamentalmente-, con un capital que llega hasta los 352 millones de euros; en el caso de la producción vinícola, el incremento ha sido de un punto más, el 9%, con un capital de 47 millones de euros.
Además, en el caso de los herbáceos, el crecimiento del capital invertido en seguros se vio favorecido una vez que Enesa, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dio luz verde a un incremento del valor de aseguramiento del cultivo para ajustarlo a la realidad del mercado, muy influenciada por la situación económica y el contexto internacional, provocado por una fuerte inflación con la subida de los precios del gasóleo, fertilizantes y demás insumos, por un lado, y por la situación generada por la guerra entre Rusia y Ucrania, país este último del que España es muy dependiente tanto de cereal como de girasol.
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