Tensión por los posibles aranceles de Trump

Miguel Herrera (SPC)-Agencias
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Amenaza con establecerlos para los productos agrarios a partir del 2 de abril. El sector nacional exporta 3.500 millones anuales a Estados Unidos. España reclama «tranquilidad» y pide una «respuesta común de la UE»

Tensión por los posibles aranceles de Trump - Foto: Tomás Fernández de Moya

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado en varias ocasiones a los aranceles como «la palabra más hermosa del diccionario» y los ha utilizado como herramienta de negociación, tanto en su primer mandato (2017-2021) como en el actual, para obtener concesiones en comercio, migración y seguridad. De hecho, desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha anunciado aranceles contra varios países, aunque hasta ahora solo ha aplicado uno: el 4 de febrero impuso un gravamen del 10% sobre las importaciones chinas. Hoy ya hay tasas a las importaciones del 25% a México y Canadá y se han doblado al 20% los impuestos extra a los bienes que China exporta al país norteamericano 

Lo que sí es seguro es que el presidente estadounidense ha anunciado este lunes que impondrá aranceles a las importaciones de productos agrícolas a partir del 2 de abril en lo que supone su última amenaza sobre barreras comerciales a los bienes que otros países venden en Estados Unidos. «A los grandes agricultores de Estados Unidos: prepárense para empezar a producir mucho más producto agrícola para vender DENTRO de Estados Unidos. Los aranceles se aplicarán a los productos externos el 2 de abril. ¡Divertíos!», ha escrito el presidente en un mensaje en su perfil de la red social Truth Social, lanzada por su compañía Trump Media & Technology Group.

Trump, de momento, no ha detallado qué bienes se verán afectados ni si habrá excepciones. Pero el sector agroalimentario español no está especialmente tranquilo teniendo en cuenta que nuestro país exporta productos de este tipo a EEUU por valor de 3.500 millones de euros, una factura de la que un 30% (1.013 millones) proviene de los ingresos obtenidos exclusivamente por la venta de aceite de oliva a ese destino.

Tensión por los posibles aranceles de TrumpTensión por los posibles aranceles de Trump - Foto: Rueda VillaverdeDespués del aceite de oliva le siguen en importancia las exportaciones de vino, con 335 millones de euros que España obtuvo de sus ventas al país norteamericano el año pasado (datos Datacomex), mientras que la aceituna de mesa es la tercera partida en importancia (algo más de 200 millones de euros). Otras partidas relevantes proceden de la venta del sector hortícola -con 74 millones de euros- o de los 84 millones en moluscos congelados.

El secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha señalado que se trata de un mala noticia, si bien la considera «previsible». A su juicio, de llevarse a cabo este nuevo anuncio, «va a tener una repercusión importante en algunas producciones agrícolas españolas», entre las que ha citado los mencionados aceite de oliva, vino y aceituna de mesa. «A la subida de los costes y la competencia desleal, esto es una nueva losa que viene», ha añadido, por lo que «el Gobierno de España y la Unión Europea tienen que adoptar medidas diplomáticas y comerciales para mitigar el efecto» y minimizar su repercusión.

Por su parte, el recientemente elegido secretario general de UPA, Cristóbal Cano, ha apuntado que «todo parece indicar» que «lo que hasta ahora era una amenaza pues puede concretarse en una realidad», si bien ha hecho un llamamiento a la prudencia. «Estamos viendo cómo el presidente Trump cambia de opinión, incluso a las pocas horas hacer algunos anuncios, por tanto prudencia y esperar a ver en qué se concreta esta vuelta de tuerca», ha recalcado. No obstante, ha instado a que la Comisión Europea sea «beligerante» ante una situación que «no le ha podido pillar por sorpresa». «Nos consta que se está trabajando en este posible escenario desde hace tiempo», ha recalcado, tras demandar «una respuesta que tiene que estar a la altura de proteger los intereses del sector agrícola, que es absolutamente estratégico».

Pero el posible gravamen de la administración estadounidense a los productos agroalimentarios no solo es una cuestión que afecte a España. Según los últimos datos anuales de Eurostat, Estados Unidos es el segundo destino de las exportaciones comunitarias en este sector -solo superado por el Reino Unido-, pues han sumado 27.155 millones de euros en 2023, con una cuota del 12% del valor total.

Los principales productos exportados han sido los vinos (4.699 millones de euros, el 17% del total de las ventas), seguido de las bebidas espirituosas (2.758 millones, 10%), los preparados de cereales (2.657 millones, 10%), las cervezas y sidras (1.985 millones, 7%) y los productos lácteos (1.888 millones, 7%). Entre enero y octubre de 2024, las exportaciones agroalimentarias de la UE a Estados Unidos han alcanzado los 25.097 millones de euros, lo que supone un aumento del 11 % respecto al mismo periodo de 2023, según Eurostat.

En cuanto a las importaciones, Estados Unidos ha enviado a la UE productos agroalimentarios por valor de 11.734 millones de euros en 2023, el 4,2% menos que el año anterior. Las semillas oleaginosas y los cultivos proteicos constituyen los principales productos importados de EEUU, por valor de 3.958 millones de euros en 2023 (el 34% del total). Se trata de productos esenciales para la alimentación del ganado de los países comunitarios y una guerra comercial podría afectar a estas importaciones, lo cual a la larga se traduciría en perturbaciones (aumentos) en los precios finales para los consumidores.

Llamada a la calma.

Por su parte, el ministro de Agricultura español, Luis Planas, ha abogado por hacer una llamada a la «tranquilidad» al sector agroalimentario ante la imposición de posibles aranceles por parte de la Administración de Trump, aunque no ha escondido cierta preocupación. «Tranquilidad, visión de futuro y profesionalidad. Leo muchas cosas e hipótesis de futuro. Por el momento, afortunadamente, no tenemos ninguna indicación precisa, puede haberla sin duda cuando se entra en un comercio no basado en reglas», ha asegurado Planas.

Sin embargo, el titular del ramo no esconde cierta «preocupación» ante la incertidumbre que hay en el contexto internacional. «Vamos a ver las cosas, responderemos a ellas y evidentemente la clave está en la diversificación, que es lo que estamos haciendo. Tranquilidad no significa que no haya preocupación», ha precisado, para añadir que hay que seguir creciendo en otros mercados. «No somos un país que miramos hacia adentro, sino que miramos hacia afuera», ha reiterado.

Planas ha recordado que existen «instrumentos, reglas y acuerdos en la Unión Europea» que deben permitir «responder a situaciones como esta», si bien el ministro ha reconocido que no se desea «ninguna guerra comercial de ningún sentido» y «especialmente en el sector agroalimentario». Además, ha resaltado que España tiene unas relaciones con Estados Unidos «no solo de principios y valores», sino una «relación diplomática comercial y humana muy estrecha», por lo que desea que ambas «continúen en el futuro a pesar de los anuncios que se han efectuado».

El titular de Agricultura ha insistido en que la postura debe ser «de prudencia y al mismo tiempo de firmeza» ya que «más allá de las palabras, lo que cuentan son los hechos». «Entiendo que lo que está queriendo decir probablemente la administración norteamericana es que quiere reequilibrar su balanza comercial» (la UE ha registrado un superávit en la balanza comercial agroalimentaria con EEUU de 15.421 millones de euros en 2023), ha expuesto Planas, quien ha afirmado que «es bueno siempre hablar, pero sin amenazas y sin condiciones».

Además, ha reiterado que la Unión Europea «tiene instrumentos» para afrontar esta situación y ha insistido en la necesidad de «medir mucho y con proporcionalidad cualquier decisión que se tome». «Hay que hablar, negociar y llegar a acuerdos, esa es la clave, pero evidentemente si alguien toma decisiones unilaterales que afectan a nuestros intereses comerciales o no comerciales tenemos que ser capaces de responder», ha apostillado el ministro.

Planas ha señalado que, en cualquier caso, es «muy importante» que la Unión Europea tenga una respuesta y una política comercial «común» y «coherente» con sus reglas ante los posibles aranceles anunciados por Estados Unidos. También ha vuelto a pedir «firmeza» y «prudencia» ante el escenario de una guerra comercial de la que, ha asegurado, «nadie sale indemne». «Hay que distinguir entre los anuncios y las decisiones y, hasta ahora, decisiones ha habido pocas», ha reiterado el titular de Agricultura.

 

Fertilizantes estadounidenses incluidos en posibles acuerdos.

El comisario europeo de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, tras advertir lo «imprevisible» de las futuras medidas que el Gobierno de Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump pueda poner en marcha en materia de aranceles a productos de factura europea, ha puesto el acento en la importancia de «hablar y negociar» con su administración, poniendo el foco en los fertilizantes producidos en el país norteamericano. El responsable del área en la Comisión Europea ha dicho al respecto que Estados Unidos «produce muchos fertilizantes que son muy competitivos», por lo que ha propuesto «hacer un trato» en las relaciones comerciales entre el continente y la potencia americana. «¿Por qué no hacer un trato sobre eso, incluyendo los fertilizantes también, para no tener estos impuestos?», se ha preguntado el comisario. Ante la incertidumbre del mercado y de las transacciones de productos europeos con Estados Unidos, ha dicho además que la Unión Europea está obligada a «encontrar nuevos mercados» que hay que estudiar, en coincidencia con lo expresado por el ministro español Luis Planas en los últimos días.