Emoción compartida

D.P.L. / Burgos
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La interpretación del Himno a Burgos congregó ayer a miles de personas en la Plaza del Rey San Fernando. «Nos llena venir a cantar, es un acto solemne»

Emoción compartida - Foto: Iván López

Es complicado no emocionarse cuando uno escucha la fuerza del Himno a Burgos cantada al unísono por miles de personas. Es difícil no meter el corazón en un puño y dejar que las letras que desde muy pequeños los burgaleses aprendemos a honrar no salgan envueltas de una pasión desbordada. Es uno de los actos más emotivos y sinceros de las fiestas y ayer volvió a hacer saltar las lágrimas a más de un asistente.

Se hizo esperar y parte del público que llevaba más de una hora en las primeras filas se empezó a impacientar. Con 10 minutos de retraso llegaron las autoridades y, una vez todos en sus puestos, comenzó la solemne interpretación de esas letras que unen a todos los habitantes de nuestra ciudad.

La Banda Ciudad de Burgos puso los acordes, la Federación Coral de Burgos la voz y ARANSBUR tradujo a lenguaje de signos para que todo el mundo tuviese acceso a la explosión sentimental que estaba a punto de acontecer.

Javier lleva 15 años seguidos sin faltar con un compromiso que ya ha convertido en una de sus más preciadas tradiciones. «Es un acto solemne e importante. A los burgaleses nos llena venir aquí a cantar, es realmente entrañable», comentaba en los instantes previos a que sonasen las primeras notas.

A partir de ahí, todo fue creciendo en intensidad. Las primeras letras se esperaron con la pausa ansiosa de quien quiere alzar su voz pero tiene que entrar a tiempo. Cantemos unidos la insigne grandeza cantó la plaza. Con las reinas en las escaleras de la Catedral, con la corporación municipal, y con el anagrama floral de la ofrenda como testigo.

(Más información en la edición impresa de Diario de Burgos de este lunes)