La profundidad de la plantilla del Burgos CF se pondrá a prueba el próximo domingo en la visita al campo del Huesca. Jon Pérez Bolo, entrenador blanquinegro, tendrá bajas sensibles y se verá obligado a reestructurar el equipo, sobre todo en la línea del mediocampo. Miguel Ángel Atienza se perderá el encuentro por sanción y Kévin Appin se concentrará con la selección de Martinica para disputar un amistoso. Además, Fer Niño vio la quinta amarilla ante el Levante y Aitor Córdoba se retiró con gestos de dolor en el tobillo.

El principal quebradero de cabeza para Bolo será reconstruir la medular, pues en los últimos encuentros había encontrado el equilibrio de la mano del doble pivote formado por Appin y Atienza. Son jugadores que abarcan mucho campo y que se encuentran en un magnífico estado de forma, lo que le ha permitido al equipo tener esa ansiada estabilidad 'defensa-ataque'.

Ante este panorama, Bolo tendrá que mover piezas y dar protagonismo a jugadores que en los últimos duelos han comenzado desde el banquillo. Lo que parece seguro es que Grego Sierra formará parte de la pareja de centrales. Si se recupera Córdoba, que hoy se someterá a pruebas médicas para conocer el alcance de su lesión y en el club son optimistas, lo más probable es que Unai Elgezabal adelante su posición al medio del campo. Su acompañante natural sería Miki Muñoz, aunque también le podría dar la alternativa a Joni Montiel.

De esa manera, el técnico vizcaíno no cambiaría el dibujo, aunque hay muchas opciones de que sí que lo haga y refuerce la medular con un tercer hombre, más teniendo en cuenta que juega fuera de casa.

En un 4-1-4-1, Elgezabal actuaría de pivote defensivo y, por delante de él, la creación recaería sobre Mumo y Montiel, aunque Curro Sánchez también podría bajar a esa demarcación. Incluso Ander Martín podría ayudar ahí (...).

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