Las calles de Movilla dejaron de vibrar a diario con los sonidos generados por los vecinos hace décadas. En la actualidad, tan solo se escuchan los motores de los vehículos agrícolas que descansan en los pabellones de la entrada y las conversaciones, en caso de que coincidan, de los agricultores que trabajan las tierras del entorno. Algunos fines de semana y en periodo de vacaciones cuatro familias mantienen las persianas abiertas, pero los domingos por la tarde el silencio se apodera de nuevo de la pequeña localidad.
Martín Díez, alcalde de Llano de Bureba -pueblo vecino al que pertenece la junta vecinal-, se llevó una gran alegría al enterarse de que construirán dos casas nuevas. Fue a partir de entonces cuando planteó a su equipo destinar parte del presupuesto municipal a mejorar la red de agua, la iluminación y el estado de las calles. También para afrontar el coste de la demolición de las edificaciones en ruina, incluida la iglesia -de la que solo quedará en pie la espadaña- con el fin de «ganar solares disponibles en los que levantar nuevos inmuebles», manifiesta.
El proyecto contempla eliminar la vegetación que invade el pueblo y pavimentar la calle Real, la más céntrica, y una perpendicular que da a uno de los caminos rurales. Distribuir la red de agua por ambas vías e instalar nuevos puntos de iluminación led son otras de las actuaciones «previstas a lo largo de este año».
Martín Díez, el alcalde de Llano de Bureba, se ha propuesto eliminar las ruinas para ofrecer solares en los que construir nuevas viviendas. - Foto: S.F.L.El Ayuntamiento trabaja en sacar adelante un plan de derribo de las ruinas y ya cuenta con el «permiso» del Arzobispado para retirar las paredes ruinosas del templo, saqueado años atrás. Tanto la cubierta como los muros laterales se vinieron abajo y a día de hoy suponen un peligro para aquellos que transiten cerca. La estructura mural que se prolonga verticalmente, sobresaliendo del resto de la edificación, se mantendrá.
Díez recuerda que Movilla se ubica a escasos 3 kilómetros de distancia de Llano y a 13 de Briviesca; cuenta con un «entorno privilegiado en plena naturaleza con una zona por la que pasa el río perfecta para descansar». La intención del regidor se centra en atraer de nuevo vecinos, no solo de viernes a domingo, sino los 365 días del año. El propietario de una de las viviendas asegura que hay que «saber aprovechar y explotar» las zonas rurales y considera que la pequeña localidad «derrocha encanto».
Otros proyectos. Además de destinar una parida de 16.000 euros para mejorar Movilla y sus servicios -que previsiblemente se ampliará a partir de que dispongan de un proyecto de demolición de las ruinas-, el Consistorio de Llano empleará algo más de 56.000 euros en construir un nuevo depósito de agua de 100.000 litros de capacidad. A pesar de que la localidad no sufre las consecuencias de la sequía y en su agua no hay presencia de nitratos, «queremos ampliar el que tenemos», declara el alcalde. Asimismo, una partida de unos 30.000 euros irá destinada a una nueva báscula de pesaje, la renovación del parque infantil supondrá un coste de 15.000 y transformar un camino en la calle Mercado, 42.400. El equipo de gobierno busca fondos externos para edificar un centro de usos múltiples, en el que planea ubicar las oficinas municipales y el ambulatorio.