Vallan la urbanización de Villímar para evitar accidentes

C.M. / Burgos
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El Ayuntamiento había requerido en varias ocasiones a la junta de compensación del fallido sector V-2 que realice esta actuación debido a la existencia de un centenar de pozos sin tapar

Los trabajos de colocación del vallado y desbrozado de maleza se iniciaron hace una semana. - Foto: Valdivielso

Lo bautizaron como el 'Gran Villímar' y era una de las actuaciones urbanísticas más ambiciosas en la capital. Consistía en multiplicar la extensión y la población de este barrio de la periferia envolviendo su viejo casco rural con dos grandes urbanizaciones que la rodearían por completo. Sin embargo, acabó siendo un ejemplo del estallido de la burbuja inmobiliaria. El llamado V-1 casi se ha llegado a completar pero el V-2 quedó paralizado en 2008 sin terminar ni siquiera su urbanización. Era toda una explanada pensada para 1.400 viviendas que incluían unifamiliares, colectivas de 4 alturas, dotaciones comerciales, zonas deportivas, paseos y carril bici pero que durante este tiempo ha sido víctima del vandalismo y el abandono.

El centenar de pozos y arquetas que han quedado al descubierto tras ser sustraídas suponen un auténtico peligro para los numerosos paseantes o sus mascotas que transitan por la zona al ser la continuidad natural del parque lineal del Vena. En otros casos han quedado ocultos por el crecimiento de la maleza. 

El Ayuntamiento ha instado en reiteradas ocasiones a la junta de compensación a que adoptara las medidas de seguridad necesarias pero siempre ha alegado la falta de capacidad económica. Los servicios técnicos municipales incluso enviaron una carta alertando de una ejecución subsidiaria. Sin embargo, desde hace una semana se ha empezado a ver movimiento en la zona. Los propietarios del suelo han iniciado el vallado de las zonas más transitadas para evitar peligros y han desbrozado parte de los caminos, según confirman desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento. 

Los integrantes de la junta de compensación habrían trasladado la intención de completar las obras de urbanización, lo que requerirá la presentación de un proyecto que deberá ser aprobado por los órganos de decisión municipal. Este sería el primer paso para la construcción de las viviendas. También recientemente se han modificado los estatutos del órgano que aglutinan los dueños de los terrenos y que preside un representante de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), dado que las parcelas llegaron a salir a subasta tras la quiebra de las empresas promotoras. 

Las asociaciones vecinales de Villímar y San Cristóbal han reclamado una solución ante el estado de deterioro que presenta este entorno debido a que los pozos que se hicieron para ubicar todas las canalizaciones del sector urbanístico son muy profundos e, incluso, tienen escaleras para poder bajar a su interior. También los hay que están llenos de agua y no se puede ver su profundidad, de modo que una caída podría provocar un accidente grave. La falta de conservación del arbolado ha provocado la caída de ejemplares de gran porte en los caminos, las malas hierbas han cubierto parte de las aceras inacabadas y también se acumula basura.