La implementación de la Inteligencia Artificial (IA)en todos los niveles de organización, desde la dirección, pasando por toda la plantilla y hasta el último equipo o proceso, es el principal reto al que se están enfrentando las empresas burgalesas y es un reto urgente. Estamos ante una nueva revolución, en «el momento IA», que va a impulsar muchos negocios y va a descartar a muchos otros, aquellos que no entiendan ni interioricen la necesidad del cambio acelerado que exigen el actual tiempo tecnológico.
Esta es la reflexión de fondo en la que coincidieron ayer los participantes en la sesión de Nexworking organizada por la Fundación Caja de Burgos y centrada en la industria inteligente y la era digital. En el Edificio Nexo estuvieron representantes de empresas locales que están a la vanguardia en este proceso: DGHTechnological Solutions, Moving Robots, Smart Energy Control Solutions, Grupo Eurocasa e Hiperbaric.
Burgos no es ajeno al cambio, crece exponencialmente la demanda de tecnología entre las empresas, se están usando los fondos europeos en los procesos de automatización y se amplía a su vez la red de proveedores locales de alta tecnología para acompañar a las industrias y las empresas tradicionales en este cambio necesario.
La IA, advirtieron, «ya está» cambiando el ecosistema empresarial, máquinas y también perfiles profesionales, impulsando la competitividad de unas empresas y descartando a las que no se adaptan. No es una tecnología que irrumpe y ya está, necesita de mucha formación y, subrayaron, de un cambio cultural desde la dirección hasta el último trabajador, porque es una tecnología que afecta a todos los niveles, que cambia y que transforma procesos de una manera continua.
La IA trae aparejada un refuerzo extraordinario de ciberseguridad, para trabajar en entornos seguros y que generen seguridad permanentemente, y todo ello, explicaron los ponentes, requiere de una formación continua y de profesionales altamente cualificados.
Talento. La revolución tecnológica parte de las personas y, por ello, la generación y captación de talento es un reto para las empresas, necesitadas de perfiles muy especializados sobre los que hay mucha demanda y competencia.
Los problemas para encontrar perfiles tecnológicos se han agravado tras la pandemia y la generalización del teletrabajo, de la operativa en remoto. Es más difícil retener a profesionales a los que llegan ofertas de todo el mundo y que pueden atenderlas desde Burgos. «Hay mucha volatilidad de empleados y la seguirá habiendo».
Es, por tanto, urgente adecuar la formación en las escuelas y universidades a las necesidades del momento. «Burgos ofrece un entorno extraordinario para el trabajo tecnológico, por la diversidad de sus empresas y la apuesta de muchas de ellas por la digitalización».