Tal y como esperaban los epidemiólogos de la Junta, la incidencia de los contagios por virus gripales empezó a caer la semana pasada y, según destaca la información oficial, con fuerza. De hecho, si nada más pasar las Navidades se confirmaban 236 gripes por cada cien mil personas, siete días después (entre el 15 y el 21 de enero, últimos datos oficiales) la tasa se redujo a 145, lo cual equivale a una «intensidad baja». Así, aunque todavía hay epidemia, el impacto en los hospitales es muy inferior al registrado a comienzos y mediados de enero, como evidencian los datos del HUBU: ayer había unos 40 pacientes encamados por gripe, mientras que quince días atrás la cifra rondaba el centenar.
Los expertos consideran que hay epidemia de gripe una vez que se diagnostican 50 contagios por cada cien mil personas en una semana. En esta campaña, ese umbral se rebasó justo antes de las Navidades, que ayudaron a que el virus circulara con más rapidez por el cúmulo de reuniones sociales propio de las fechas. Así, la incidencia se duplicó en unos días y continuó ascendiendo hasta superar el nivel de «intensidad media» (a partir de 200 contagios semanales, siempre por cada cien mil personas), lo cual conlleva presión para el sistema sanitario. Y especialmente, para los servicios de Urgencias (entre el PAC del Divino Valles y el HUBU llegaron a atender a cerca de mil personas al día en algún momento de las Navidades), Neumología y Medicina Interna.
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