La zona azul en la capital ribereña ha registrado una bajada de usuarios en el primer semestre del año. A tenor de las cifras de recaudación de este servicio, los ingresos han caído más de 200 euros al día entre enero y junio de este año, con una media de 1.381 euros de recaudación por jornada, frente a los 1.587 del mismo periodo de 2023. Esta reducción se traduce también en una caída de los ingresos en las arcas municipales por la gestión del aparcamiento regulado a través de la ORA, que en los primeros seis meses de 2024 fue de 248.617 euros, lo que supone un descenso de 40.000 euros en este semestre.
De las cifras de ingresos que la empresa que presta este servicio reporta mensualmente al Ayuntamiento, llama la atención el uso que los conductores hacen del sistema de pago a través de la aplicación móvil, que supone un tercio de lo que se paga para poder aparcar en la zona regulada por la ORA, que se reparte por seis distritos diferenciados en los barrios más céntricos y en espacios con especial concentración de necesidades de aparcamiento, como son los centros de salud. Es decir, por cada dos tiques que se sacan de los parquímetros, se activa uno a través de la aplicación móvil.
La recaudación mensual incluye diversos conceptos, en función del destino del dinero que se ingresa por el uso de este servicio por parte de los conductores. Una parte va a parar directamente a las arcas municipales. Entre enero y junio, este concepto le supuso al Ayuntamiento un ingreso de 64.719 euros, lo que corresponde algo más de la cuarta parte de todo lo recaudado.
Otro concepto que se cubre con lo que abonan los usuarios de la ORA es el precio fijo del servicio, que es para la empresa y tiene un canon mensual fijo que roza los 20.000 euros. Del resto, hay una parte que también va a parar a la empresa, que es variable y que entre enero y junio le supuso unos ingresos mensuales que rondaron una media de 12.700 euros al mes. Con una sencilla suma, se extrae que la empresa que gestiona este servicio recibió casi 183.900 euros por la zona azul en Aranda, que supone casi tres cuartas partes de todo lo recaudado.
Este contrato municipal estará vigente hasta abril de 2027, por lo que no se podrán hacer modificaciones ni en sus cláusulas ni en las condiciones en las que se presta el servicio a los usuarios. Sin embargo, a la vista de la evolución de los datos de ingresos y, por lo tanto, del uso que los conductores hacen de la zona azul, se podrían plantear cambios para la futura licitación del servicio, buscando que sea más adecuado para las necesidades del tráfico en la capital ribereña y que los ingresos en las arcas municipales sean más equitativos. La última mejora que se incorporó a este contrato es la colocación de sensores de plazas libres en diversos puntos de la capital ribereña.