José Luis Fernández Manzanedo, presidente del Burgos Promesas, mostró desde el primer momento su alegría tras la firma del convenio de filialidad con el Burgos CF. Habla de «ilusión», de un «gran proyecto» y sobre todo insiste en que el que sale beneficiado es «el fútbol burgalés». Asegura que su entidad gana «estabilidad» y reconoce que mantener la ciudad deportiva suponía «un peso muy costoso». Mira al futuro con esperanza y confía en que esta unión suponga un paso adelante para la cantera burgalesa, que espera pueda competir de igual a igual en el ámbito regional.
¿Satisfecho e ilusionado con el nuevo escenario?
Creo sinceramente que hemos tomado una buena decisión y todo el mundo nos ha felicitado. Es algo muy importante para el fútbol burgalés. Sumar es siempre mejor que restar.
Ha tenido que venir un argentino para entenderse con el Burgos Promesas.
Es así. Hemos hablado con otras directivas del Burgos para tratar de hacer un convenio y al final, por lo que fuera, no se llegó a ningún acuerdo. Ha tenido que venir gente de fuera para darse cuenta de que lo que nosotros proponíamos era una buena idea.
¿Qué hizo la familia Caselli que no hicieran otros?
Lo primero tener ilusión y ganas, porque nosotros estábamos convencidos de querer hacerlo. Si se tienen ganas e ilusión se llega a acuerdos. Hemos cedido las dos partes, pero hemos ganado todos. Antonio (Caselli) siempre ha mostrado buena voluntad y cuando ha surgido algún problema ha buscado la solución.
¿Fue Gonzalo Antón el que más cerca estuvo de llegar a un acuerdo con el Promesas?
Sí. Pensaba que las negociaciones iban a llegar a buen puerto porque habíamos estado negociando mucho tiempo. Las ideas las teníamos claras y estaba prácticamente hecho. Al final dieron un paso atrás, no sé si por miedo o por otro motivo.
¿El convenio que se ha firmado es similar al de entonces?
Sí, muy similar, prácticamente idéntico. Hay algunos detalles que son diferentes, pero es muy parecido. Lo que tratamos es de sumar y que el Burgos sea el equipo de referencia, la cabeza visible y que la gente joven trabaje para llegar al primer equipo.
¿La estructura resultante permitirá competir con otras canteras regionales?
Creo que sí. Cuando hablábamos de realizar un convenio de filialidad era para competir con los equipos potentes de Castilla y León como Real Valladolid, Numancia, Cultural Leonesa… Esa competencia es la que nos marcará el futuro de la gente joven.
El Burgos CF consigue con el convenio un filial y unas instalaciones, ¿qué gana el Burgos Promesas?
Gana estabilidad. El coste de la ciudad deportiva era un montante muy importante para el club. Teníamos que destinar muchos recursos a la ciudad deportiva. Suponía un peso muy costoso. En ese sentido hemos ganado y también en tener más potencial en cuanto a fútbol. Pero no hay que pensar quién ha ganado y quién ha perdido. Sigo pensando que el que gana es el fútbol burgalés, ni el Promesas, ni el Burgos. Cada uno ha cedido en unas cosas, pero insisto que el que gana es el fútbol burgalés.
¿La intención desde la fundación del club en el año 2.000 fue la de caminar de la mano del Burgos CF?
El Promesas nació con la intención de convertirse en las secciones inferiores del Burgos CF. Por lo que fuese, José María Quintano no quiso hacerse cargo de un tema económico que tenía que ver con la ropa y tomamos la decisión de crear un equipo propio.
¿Cuál ha sido el motivo del distanciamiento que ha habido entre ambas entidades en anteriores etapas?
No diría que ha habido tanto distanciamiento. Creo que todo esto lo ha fomentado gente que ha querido desunir al fútbol de Burgos. Nosotros siempre hemos mantenido una misma idea, aunque hay gente que no opina así y que ha sido la que ha perseguido que no hubiera unión. Una de las cosas buenas de Antonio (Caselli) es que quiere unir y nosotros también. Ha habido gente que no ha querido eso y nos ha querido enfrentar. Ha habido rivalidad entre los chavales, pero bien entendida. Creo que la competencia es buena.
¿Tiene contadas las horas que ha metido en la ciudad deportiva?
Ahora me parece imposible volver a hacer una ciudad deportiva del modo que la hemos hecho. Ha tenido una cantidad de horas de trabajo excepcional desde que se buscaron los terrenos, se hizo una modificación del plan general de ordenación urbana, salió a concurso público… Detrás hay mucho trabajo, mucha dedicación y mucha gente se ha dejado el alma y el tiempo para conseguir algo muy importante. Tenemos una de las mejores ciudades deportivas de Castilla y León y es un orgullo para nosotros y para Burgos. Si me preguntas cómo lo hemos hecho, hay muchas veces que me parece imposible haberla realizado y tenerla prácticamente pagada.
José Medina va a ser el director de las categorías inferiores, ¿cuál será su labor?
Tendré muchas labores. Soy el presidente del club, pero también he entrenado a niños, a los porteros, he dirigido y gestionado la ciudad deportiva… he hecho de todo. También ahora realizaré una labor de control y gestión en las instalaciones. Seguramente deje mi faceta como entrenador, aunque el fútbol me encanta y seguiré viendo partidos de niños porque es una de mis pasiones.
El acuerdo es para 14 años, pero ambas partes han señalado que la intención es que vaya más allá.
Es de 14 años porque la concesión de los terrenos termina en e 2.034, por lo que no podemos ir más allá. La idea que tenemos es de continuar. Es como cuando te casas, siempre piensas que será para siempre. No creo que surjan desavenencias. Al principio convivir será un poco complicado, porque hay que poner todo en marcha y realizar un trabajo bestial. Todo el mundo deberá tener paciencia, ya que hay dificultades añadidas con la crisis sanitaria. Pediría a los padres y entrenadores que estén tranquilos, que lo que quiere el club es contar con la mayor gente posible. Todo el que quiera seguir podrá seguir y el club hará un esfuerzo para tener los mejores técnicos. Ahora mismo hay que hacer muchas cosas, pero hay que ir con cautela y despacio.
¿Existe alguna cláusula o fórmula para que uno de los clubes pueda romper el convenio antes de ese plazo?
Cuando se firman estos convenios se suelen hacer pensando en el largo plazo y esa es la intención. Se puede romper en el caso de que haya incumplimiento del contrato por una de las dos partes.
¿El mayor rompecabezas serán las categorías inferiores?
No sé si es un rompecabezas. Es un paso en el que hay que unir a los niños. Tenemos que juntar 29 equipos y vamos a intentar tener el máximo número de equipos, pero lo primero es saber quiénes quieren continuar. No queremos dejar a nadie atrás, pero necesitamos saber qué gente quiere seguir en el proyecto. Conociendo la cantidad de niños sabremos el número de equipos que hay que inscribir. Este año la dificultad aumenta porque no podemos reunirnos y avanzar en varios aspectos. Nosotros por estas fechas ya estaríamos hablando con los padres de la próxima temporada. Ahora me gustaría hacerlo, pero no puedo. Pido paciencia y comprensión a los padres; que estén tranquilos. Se pueden cometer errores porque no somos dioses, pero con la ilusión y ganas que tenemos seguro que todo va bien. El proyecto es muy bonito y ambicioso, pero que hay que ir paso a paso. Tenemos que ensamblar las dos estructuras y eso será costoso y dificultoso. En el momento que todo empiece a rodar será más sencillo, aunque está claro que este año será más complicado, porque hay dificultades añadidas y muchas incertidumbres, ya que la Federación está a la espera de poder tomar decisiones.
¿Será la Federación la que marque el número de equipos que se pueden inscribir?
Hay que pensar que hay muchas categorías. Las posibilidades las tenemos. No creo que la Federación ponga ningún problema en este sentido. Hay que fijarse en otros equipos y por ejemplo el Villarreal tiene 45 equipos en categorías inferiores, el Getafe tiene 90... Lo que tenemos que conseguir es que haya una gran cantidad de niños para que haya una buena base y que vayan saliendo jugadores. Para eso también hay que contar con más instalaciones, ya que Castañares se nos queda pequeño. Antonio Caselli tiene previsto continuar con su ciudad deportiva, pero será a largo plazo.
¿Realizar un campo de hierba artificial será uno de los primeros proyectos que abordarán conjuntamente?
Es un paso que hay que hacer. Este año será imposible, pero habrá que mirarlo de cara a la siguiente temporada. Se necesita imperiosamente. La ciudad deportiva no debe parar desde las 17.00 a las 22.30 horas y la única forma de hacerlo es tener un campo de esta superficie.
¿Cree que Antonio Caselli logrará los ambiciosos objetivos que se ha propuesto?
Creo que es buena gente y las veces que he hablado con él me lo ha demostrado. Ha venido aquí con la idea de que el equipo tiene que llegar arriba, porque además lo necesitamos. Si queremos tener una cantera potente y que comience a salir gente de Burgos, el primer equipo tiene que ilusionar y para eso tiene que salir de Segunda B. Algunos chavales se han marchado atraídos por equipos de superior categoría como el Real Valladolid y el Numancia. Hay que lograr que se queden y para eso es imprescindible que el primer equipo genere ilusión. Necesitamos imperiosamente que el primer equipo esté en superior categoría.