A principios de este año Burgos y Japón, Japón y Burgos estuvieron muchísimo más cerca de lo que cualquiera pudiera imaginar. No solo porque el embajador en España de aquel país, Takahiro Nakamae, fue uno de los invitados a la inauguración del espacio expositivo permanente 'Burgos Industria', ubicado en el Fórum Evolución, y estuvo dando una conferencia sobre los retos a los que su país se enfrenta, sino porque estuvo acompañado por el presidente de la asociación Shacho Kai. Se trata de una entidad que engloba a presidentes y directivos de empresas presentes en España con más del 10% de capital nipón, que dirige el burgalés José Antonio Cabello, vinculado desde hace décadas a Omron, compañía de robótica y sistemas de automatización industrial, de la que fue su director general para España y Portugal hasta su jubilación pasado el 2 de enero, que se ha propuesto, asegura, que el país del sol naciente vea todo el potencial que tiene Burgos y que apueste por esta provincia.
Apenas unas semanas después, Cabello fue reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón con una distinción que recogió en su embajada en homenaje a sus años de colaboración con aquel país, algo que le hace sentir «profundamente honrado», tanto como su origen burgalés, del que presume siempre que puede: «Siempre que me presento digo de donde soy porque tengo la impresión de que ser de aquí da una cierta sensación de seriedad, esta es una tierra que creo que cae bien a todo el mundo». Este ejecutivo sabe que el embajador se marchó tomando buena nota de los datos macroeconómicos de una provincia «con una de las rentas per cápita más altas, menores tasas de desempleo y con una aportación al PIB de la provincia mucho más alta que la de otros puntos de su entorno», desgrana, orgulloso. También cree que ese primer contacto puede ser el principio de una gran amistad entre ambas tierras «porque los japoneses que acudieron se llevaron una grandísima impresión de esta provincia».
Cabello cree que españoles y japoneses «tenemos muchos puntos en común porque son alegres y disfrutones, con una gastronomía tan buena y variada como la nuestra; les gusta mucho reunirse, un concepto de la familia muy parecido al que tenemos aquí y también de la hospitalidad». Por otro lado, asegura que lo que más le impresiona es el contraste entre un país «que parece de ciencia-ficción pero que, a la vez, es profundamente tradicional» y destaca su extrema seguridad, su limpieza y la tranquilidad con la que se puede pasear por sus ciudades.
Su experiencia de tantos años le indica que es fácil trabajar con japoneses porque son, sobre todo, «extremadamente respetuosos con la cultura empresarial de los otros países». En este sentido, destaca que las compañías de origen nipón se preocupan por poner en sus plantas de otros lugares a mandos locales. «Todos los socios que tiene Shacho Kai -entre los que destaca Bridgestone, con una importante planta en Burgos- somos españoles», precisa. En este sentido, la asociación junto a otra de empresarios japoneses ha editado una guía intercultural Japón-España «para que los empleados españoles de empresas japonesas pudiéramos entender mejor a nuestros compañeros, y al revés».??????