Lleno por San Juan del Monte o por Ebrovisión. Los hoteles de Miranda cuelgan el cartel de completo pocas veces al año, pese a que disponen de un número de plazas por debajo de las que se registran en otras ciudades de la provincia. A orillas del Ebro, de promedio existe una habitación por cada 56 habitantes, mientras que en Aranda esa cifra desciende a 49 y en Burgos baja hasta los 42. El motivo para entender esta realidad se esconde, según el sector, en la competencia con municipios cercanos como Vitoria o incluso Haro, donde el potencial de las bodegas de Rioja posibilita que haya una mayor oferta.
Según el registro de Turismo de la Junta de Castilla y León, Miranda dispone de 630 plazas para pernoctar, repartidas en una docena de establecimientos. En Aranda, pese a tener 2.000 habitantes menos, el número de habitaciones alcanza las 684 en 19 negocios hoteleros, mientras que en Burgos las cifras se multiplican con más de 4.000 camas. El presidente de la Asociación de Hoteles de Burgos, Luis Mata, reconoce que la capital no puede compararse con las otras dos ciudades de la provincia, «pero entre estas dos, aunque haya ciertos parecidos, la principal diferencia está en que Aranda es el núcleo grande de su comarca y no tiene núcleos grandes próximos».
El representante del sector apunta que en el caso de Miranda «tiene cerca Vitoria o incluso Logroño por lo que tienen que competir». En este sentido, en la capital vasca según las estadísticas oficiales contabilizan 1.848 plazas, mientras que en Haro se aproximan a 500, pese a que su censo no alcanza los 12.000 habitantes. En cualquier caso, Mata repara en que desde la ciudad se puede competir en precios, «porque hay convenios que en Álava generan más costes que en Burgos, por lo que en este sentido se puede ser más competitivo», matiza, aunque suma a la reflexión que el potencial de la ciudades también arrastra a muchos clientes a la hora de elegir.
Una de las empresas con más plazas en Miranda es el Grupo Tudanca, que además tiene marcada una línea de expansión en la ciudad. El adjunto a la gerencia, Javier Yagüe, también indica que «la cercanía con Vitoria o Haro puede hacer que se mueva la gente, mientras que en Aranda hay menos alternativas porque se concentra más la oferta de la zona».
Otro punto a tener en cuenta tiene que ver con el potencial turístico, «que es más limitada en Miranda», explica el adjunto a la gerencia o el tipo de usuarios en cada zona. Los dos municipios cuentan con gente de paso, pero en Miranda Yagüe añade «que tenemos una parte importante de clientes, desde Semana Santa al puente de Todos los Santos, que son grupos que se alojan en nuestro hotel por la localización». Desde su establecimiento visitan ciudades cercanas, aunque en este caso sí que hay que tener en cuenta la competencia. Más allá de estas excursiones organizadas, el responsable indica que la ciudad también viven de las empresas, un cliente más estable durante el año, aunque las últimas aperturas «todavía no las hemos notado y los niveles de ocupación son similares a los de 2022 o 2023», aclara Yagüe.
Apartamento turístico. El registro de la Junta de Castilla y León recoge además de las plazas hoteleras otro tipo de alternativas, como los apartamentos turísticos. En esta estadística, Miranda también sale perdiendo en comparación con la provincia, ya que esta opción está asentada en Burgos o Aranda, pero a orillas del Ebro el grupo Tudanca trata de poner en marcha los primeros. Yagüe reconoce que se han retrasado, «por problemas con el ascensor y no estamos al cien por cien, aunque sí que contamos con alguna persona», afirma.