La decimonovena subida consecutiva del euríbor, el principal índice indicador del precio de las hipotecas, ha metido aún más el dedo en la llaga este julio a la precaria situación financiera en la que se ven inmersas muchas familia de la provincias. El alza de tipos de interés a instancias de las directrices del Banco Central Europeo está elevando a cotas nunca vistas el coste a pagar por la suscripción de los préstamos, especialmente los que se solicitan para el pago de una vivienda.
Ante las nada halagüeñas previsiones a corto y medio plazo que llegan desde Fráncfort, sede del BCE, muchos burgaleses se están lanzando a renegociar sus hipotecas. Lo hacen bien con la entidad que les anticipó el dinero o bien trasladando el crédito pendiente a otra, que les ofrece unas condiciones más óptimas para sus ahorros. En los cinco primeros meses del presente año se han registrado en la provincia de Burgos hasta 432 operaciones de mejora de los préstamos vinculados a la compra de una vivienda, medio centenar más que las 381 que se anotaron durante ese mismo periodo del 2022. Así lo certifican desde el Instituto Nacional de Estadística (INE), que precisan que el procedimiento mayoritario que emprenden los burgaleses que se acercan al banco para renegociar su hipoteca es el de la novación.
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