El proyecto para levantar 125 nuevas viviendas de alquiler social en la manzana de Zatorre, una vez derribadas las del año 1950, se demorará más de lo previsto. La constructora benéfica del Círculo Católico de Obreros (ahora obra filial) busca ayuda pública para poder afrontar una inversión que superaría los 13 millones de euros. Según reconocieron ayer su presidente y vicepresidente, Jesús Marcos, y Vicente Ruiz de Mencía, respectivamente, se ha llamado a las puertas de la Junta de Castilla y León y también a las del Ayuntamiento de Burgos (se reunieron con el anterior equipo de Gobierno y están pendientes de hacerlo con el actual) para reclamar apoyos.
La falta de estos apoyos complicaría la actuación urbanística afectada por el encarecimiento de los materiales y la inflación. Se da por hecho que se tendría que acudir a financiación bancaria, aunque este camino sería complicado, dado que la constructora dedica todo su dinero a rehabilitar y mejorar la habitabilidad de las cerca de mil viviendas y locales que posee. De este modo, los esfuerzos se centrarán en la elaboración de un plan de acción para seguir adelante.
En la actualidad cuentan con un proyecto básico redactado hace dos años que será necesario actualizar y, previsiblemente, el presupuesto será al alza. «Nos gustaría llegar con algún acuerdo con las distintas administraciones para poder desarrollar esta promoción de alquiler social. Nuestra misión es encontrar esos apoyos y vamos a buscarlos», aseguró Vicente Ruiz de Mencía.
La nueva edificación transformará esta zona de la ciudad. - Foto: DBLa Dirección General de Vivienda de la Junta bendijo el proyecto en la reunión celebrada, pero les avanzó que recientes cambios normativos limitaban estas colaboraciones con entidades privadas, de modo que el Círculo Católico tendría que explorar otras vías en este sentido. Jesús Marcos insistió en que el interés general debido al carácter social de la promoción que planean «sin ánimo de lucro» y destinada a los colectivos con menos recursos como han hecho hasta ahora. De hecho, la construcción se ha adaptado a las necesidades actuales al pasar de 91 viviendas a 125, al ser de menos tamaño, con garaje y servicios comunitarios pensados para los inquilinos de edad más avanzada. También defienden que la actuación supondrá una transformación urbanística de esta zona de la ciudad de cara a un apoyo municipal (...).
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