La fecha del 23 de mayo de 2018 pasará a la historia para el proyecto Paleolítico Vivo, que se desarrolla en los montes de Salgüero de Juarros, al celebrar el primer nacimiento de una hembra de bisonte. Pesó 25 kilos y se llamó África, un nombre con el que se pretendía rendir un homenaje al continente cuna de la Humanidad. Sin embargo, esta semana ha tocado despedirse de este ejemplar, que había conseguido convertirse en «el más querido», y ayer se pudo confirmar -tras llevar a cabo las pertinentes pruebas- que había sido a causa de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE).
«Había parido hace unos cuatro meses -una cría llamada Niebla-, pero dejó hace 10 días de comer... no tenía ni mocos ni secreciones nasales. No notamos nada exteriormente más allá de que no quería comer, tampoco le vimos perder peso muy rápido y de un día a otro nos la encontramos muerta», explica Eduardo Cerdá, director de Paleolítico Vivo. Al abrir al animal descubrieron que tenía el intestino «totalmente vacío, una cosa increíble» y en el estómago tenía muy poca comida. Así, tomaron varias muestras y les han acabado confirmando que se debe a la fiebre hemorrágica. Mientras, a la cría lo más seguro es que la trasladen al parque de Basondo, ya que suele ser habitual trasladar animales de un lado a otro.
En el proyecto han sufrido un brote de esta enfermedad y hace unas semanas también se llevó a Rambo, uno de los uros que había nacido en Salgüero. El año pasado lograron esquivarlo, pero este agosto la EHE les ha tocado de pleno. Eso sí, por ahora creen que no tienen a más animales afectados o, al menos, son asintomáticos. «Tampoco es común que se mueran, sí tenemos un toro con las articulaciones tocadas y va recuperándose muy bien», manifiesta. «Nos vamos fijando a diario y no hemos visto nada más. El tema es que no veíamos que África pudiera llegar a morirse porque se levantaba y caminaba, lo único que no comía», desarrolla. A los caballos no les afecta esta enfermedad.
Y 100.000 años después... nació África, titulaba el reportaje publicado en 2018 en la sección de Provincia de Diario de Burgos. Pronto esta hembra de bisonte estaba en pie y buscando leche materna. En ese momento, según explicaban desde Salgüero, su presencia no había pasado desapercibida para su 'familia' de bison bonasus y sufrió los primeros hostigamientos de los machos, lo que provocó que la madre de la recién nacida tuviera que hacer gala de su espíritu protector.
Este nacimiento supuso todo un acontecimiento y de ahí el «varapalo» que supone su pérdida. Sus padres, Charlotte y Mocho, llegaron procedentes de Alemania, concretamente del parque de Kropp, en la segunda remesa de esa especie que desembarcó en la provincia un par de años antes.
África creció y había cumplido seis años ganándose el cariño de todos los integrantes del proyecto y también de los visitantes. «Era la matriarca del grupo y una hija para el proyecto al haber nacido en Burgos», menciona Cerdá. A pesar de la tristeza que tiene en este momento todo el equipo, entienden que «la naturaleza funciona así» y ellos son una pieza más. «Tampoco tenemos que enfadarnos más allá de sentir la tristeza de que le ha tocado a ella, a ver si sale una vacuna pronto», manifiesta.