El reciente fallecimiento de un joven de 18 años electrocutado por una farola durante la celebración de las fiestas de Bunyol (Mallorca) ha puesto en el punto de mira el mantenimiento del alumbrado público. Según las informaciones que han trascendido a través de distintos medios de comunicación a propósito de este lamentable suceso, al parecer el joven estaba orinando en la farola y, además, ésta se encontraba en mal estado. Por ello, el alcalde del municipio ha sido imputado por un posible delito de homicidio imprudente.
Aeste respecto, este periódico ha querido conocer qué tipo de seguimiento y de trabajos se realizan en el alumbrado de la capital burgalesa para garantizar su seguridad. El concejal de Fomento y vicealcalde, Ángel Ibáñez, asegura que las labores de mantenimiento, tanto preventivo como correctivo, se engloban principalmente en tres áreas. En primer lugar, en trabajos destinados a cuidar «la estética y ornato» de las instalaciones. Fundamentalmente se prioriza el repintado de las columnas y soportes e identificación de los mismos, lo que garantiza igualmente la protección contra la corrosión. Además, se aprovecha también para limpiarlos.
reponer las lámparas. Por otro lado, se llevan a cabo trabajos para garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones. «Esencialmente se trata de garantizar que las luminarias cumplan con los parámetros de iluminación establecidos», explica Ibáñez. Sin embargo, añade que hay tareas complementarias como la de sustituir las lámparas que han agotado su vida útil o que están fundidas, así como la comprobación de los equipos accesorios (condensadores, balastos, reactancias, equipos electrónicos, etc…), comprobación del estado de las luminarias (estanqueidad, estabilidad estructural, limpieza,…), inspección de los centros de mando, control diario del encendido y apagado de las instalaciones, programación de relojes astronómicos y análisis de la idoneidad de los contratos con la compañía suministradora de energía eléctrica.
Finalmente, hay otras tareas enfocadas a garantizar la seguridad de las instalaciones tanto en aspectos mecánicos o estructurales como eléctricos (protección contra contactos directos e indirectos, protección contra sobreintensidades y sobretensiones). Asimismo se controlan y adecuan las canalizaciones y arquetas.
En este sentido, el vicealcalde apunta que con una periodicidad mensual los servicios técnicos analizan el plan de comprobaciones y verificaciones que remite el contratista.